Las Islas, que ayer registraron su mejor dato, con más altas que nuevos contagios, negocian con Madrid las condiciones de salida de la ciudadanía a la calle, y en paralelo, hoy el gobierno regional estudia una paga de emergencia para los más vulnerables.
El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, reiteró ayer que el Archipiélago propondrá al Ministerio de Sanidad un “plan de desescalada del confinamiento domiciliario propio” cuando llegue el momento, “adaptado a nuestras peculiaridades territoriales”, siempre bajo los principios de “máxima prudencia para no perder lo conseguido”, el respaldo en “evidencias científicas” y el “consenso” entre las distintas administraciones, además de teniendo en cuenta cada singularidad. Adelantó que a finales de esta semana o principios de la próxima empezarán a realizarse las pruebas rápidas para la detección del coronavirus.
Durante una rueda de prensa en la que el Gobierno de Canarias presentó una herramienta informática para el seguimiento de los datos de la pandemia, el consejero reafirmó que no bajará la guardia ante la mejora de los resultados: “No significa que nosotros reduzcamos ni un milímetro nuestro dispositivo de prevención de los contagios y de protección de los contagiados y de los más vulnerables”, expuso Julio Pérez.
Además, recordó que “la desescalada del confinamiento al desconfinamiento no será tan sencilla” como el confinamiento, de manera que se irá preparando para cuando llegue el momento “nuestro propio plan de desescalada, que propondremos con nuestras singularidades geográficas”, basado en la máxima prudencia, para no perder lo conseguido, respaldado por las evidencias científicas de los expertos, y consensuadamente con el respeto a las peculiaridades.
PRUEBAS RÁPIDAS
Pérez adelantó que Canarias dispone de 8.200 test y que a finales de esta semana o principios de la próxima empezarán a realizarse las pruebas rápidas para la detección del virus. Los denominados test rápidos, que “detectan anticuerpos y son fiables para los casos positivos de contagios por los virus” pero “no lo son tanto para los negativos”, por lo que permitirán “aliviar la prueba de los laboratorios y los test PCR” descartando los positivos del cribado, y “nos dará un gran valor informativo sobre la parte de la población ya inmunizada”. La idea del Gobierno es aplicar los test rápidos “en función de criterios técnicos basados en sintomalogía previa y la vulnerabilidad” frente al Covid-19.
En general, el portavoz del Gobierno explicó que las pruebas se hacen en función de “criterios establecidos por los técnicos sanitarios” y, por ahora, “los sospechosos asintomáticos no son objeto de prueba, sino de control y monitorización telefónica”. Las gerencias de Atención Primaria realizan unas 20.000 llamadas diarias a 5.000 personas.
MASCARILLAS
En cuanto a la disponibilidad de mascarillas, el consejero afirmó que Canarias “cuenta con cantidades suficiente para proveer al personal sanitario” y ante la posibilidad de que el conjunto de la población tenga que usar mascarillas, Pérez señaló que “no a todos nos harán falta mascarillas”, pero si eso se llega a producir “el Gobierno procurará que el mercado esté abastecido”. En este momento “son escasas y caras, debido a algún desaprensivo” que ha aprovechado la situación. Si en algún momento fueran necesarias para todos, “procuraremos que hayan suficientes para todos”, reiteró.
Cuestionado por el superior número de contagios en Tenerife que en Gran Canaria, Julio Pérez insistió en que “no hay evidencias científicas” sobre esta mayor incidencia. Indicó que la posibilidad de que haya relación con la concentración de personas, como los carnavales, es “una hipótesis tentadora”, porque es “muy contagioso cuando hay proximidad física”, pero “también pueden haber otras hipótesis”.
Por último, Pérez informó de que ayer había 353 sanitarios de baja por coronavirus sobre un total de 30.740 trabajadores del Servicio Canario de Salud (de los cuales, 8.077 es personal administrativo), lo que representaría el 1,55% del total.