La Red Sísmica Canaria ha registrado a lo largo de la última semana pasada 72 terremotos de baja magnitud cuyo valor máximo, de 2,2, ha estado relacionado con un terremoto localizado entre las islas de Fuerteventura y Gran Canaria y ocurrido el pasado miércoles 29 de junio.
La energía sísmica total liberada durante la semana pasada en el archipiélago ha sido de 1,3 giga julios, una cantidad similar a la demanda eléctrica de la isla de El Hierro durante aproximadamente unos 4 minutos, según se indica en el parte volcanológico semanal “Guayota” que elabora el Instituto Volcanológico de Canarias.
Los terremotos se localizaron principalmente en las islas de Tenerife, El Hierro y La Palma.
En esta última permanece una sismicidad de baja magnitud, muy inferior a la sismicidad que se observó durante la erupción de 2021, precisa Involcan.
En cuanto a la emisión de gases y excluyendo las zonas de La Bombilla y Puerto Naos, donde continúan registrándose emisiones anómalas de dióxido de carbono (CO₂), la Red Geoquímica Canaria refleja que los valores de emisión difusa de gases volcánicos relativamente más altos se registran en Tenerife, donde a partir de 2016 se registra un proceso de presurización del sistema volcánico-hidrotermal.
Canarias también se caracteriza por una moderada actividad tectónica y por lo tanto, también se han registrado también algunos terremotos a lo largo de alguna fallas sísmicas activas como la que se encuentra entre Tenerife y Gran Canaria.
Los datos de “Guayota” reflejan la actividad sismo-volcánica registrada en las islas desde el pasado viernes 24 de junio a las 00:00 horas hasta el viernes 1 de julio a las 00:00 horas y el nivel de alerta volcánica en Canarias.
En la actualidad los semáforos volcánicos de Tenerife, El Hierro, Lanzarote y Gran Canaria se encuentran en posición verde y por lo tanto, los residentes y visitantes de estas islas pueden desarrollar sus actividades con absoluta normalidad.
Transcurridos más de cinco meses después de finalizar la erupción en la isla de La Palma, los parámetros geofísicos y geoquímicos todavía no han vuelto a la normalidad; por lo tanto, su semáforo volcánico se encuentra en amarillo, lo que implica que residentes y visitantes tienen que seguir estando atentos a las comunicaciones de las autoridades de protección civil.
Respecto a la deformación del terreno, durante la última semana no se han observado variaciones relevantes en ninguna isla.
Involcan precisa que este proceso es normal en sistemas volcánicos activos y no implica la posibilidad de una erupción volcánica a corto y medio plazo.