Los usuarios más fieles de Las Teresitas valoran el anuncio del Ayuntamiento de Santa Cruz de implantar un sistema para pedir hora antes de ir a la playa, aunque matizan que este debería usarse solo sábados y domingos, porque de lunes a viernes no hay problemas.
La mayoría coincide en que si se impone la cita previa para ir a la playa habrá que acatarlo, aunque eso implique un gran trastorno para aquellos que van todos los días a Las Teresitas, menos, precisamente, los fines de semana, que es cuando más se llena.
DIARIO DE AVISOS ha hablado con algunos de los bañista más fieles de la principal playa de la capital para conocer su opinión sobre el anuncio municipal de implantar un sistema de cita previa para ir a darse un baño. Según avanzaba este martes el área de Seguridad, que dirige la concejala Evelyn Alonso, el atasco sufrido el pasado fin de semana, en el que los alrededores de la playa se vieron colapsados al cerrarse el aparcamiento, obliga a repensar el modelo de acceso a la misma y la forma en que se distribuyen los aforos. De ahí que se apueste por sistemas como los implantados en otros litorales como en El Rosario, aunque es cierto que su tamaño es mucho menor que el que hay en Las Teresitas, cuyo aforo en la actualidad está limitado a unas 5.000 personas.
Algunas usuarias, como Cristina González y María del Carmen Hernández, consideran que es “un poco excesivo”, porque la playa es bastante grande. Apuestan más por mejorar el control de acceso a la playa cuando se llene el aparcamiento, “con más policía”, que por imponer un sistema de cita previa. “Hay personas que vienen todos los días a hacer ejercicio y nadar, y pedir hora siempre me parece excesivo. Los fines de semana lo entendería más”, explica Cristina. María del Carmen matiza que, aunque no le parece mal la medida, cree que el control de acceso no es el adecuado, porque “de qué sirve controlarlo si las guaguas vienen llenas y las dejan entrar, y todo el que venga caminando puede acceder. Si lo que se quiere es controlar el aforo de gente no tiene sentido, lo tendría más si lo que se pide es hora para aparcar”. Ambas coincidieron en señalar que también sería importante “que la gente fuera más cívica y no se pegara cuatro horas en la playa y así podrían venir más personas a lo largo del día”.
Para Belinda Hernández el tener que pedir cita sería “un incordio”. Cree que la eliminación de aparcamientos del primer carril de entrada a la playa es lo que está generando el problema de los atascos. Sin embargo, es consciente de que “si lo que se pretende es dar más seguridad a los usuarios de la playa, creo que sería una buena medida”. “Pasa igual que con la mascarilla -continuó-, si tengo que elegir entre llevarla y acabar en la UCI, pues la llevo, y con esto sería igual, si tengo que pedir cita, la pido”.
Flora Castro es otra de esas usuarias fieles de Las Teresitas y, al igual que el resto, cree que de implantarse la cita previa debería ser para el fin de semana. “Suelo venir con frecuencia. Vengo temprano y no tengo problemas. Si tuviera que pedir hora para venir de lunes a viernes no me parecería bien, la verdad”. Admite que se lo pensaría más porque “yo vengo todos los días y tener que pedir cita siempre sería muy pesado. A lo mejor sería más efectivo que se pusiera en otros horarios en los que se masifica más la playa”, concluyó.
Sergio Martín acudía ayer por primera vez a Las Teresitas este año, junto a su mujer y su hijo, y se mostró de acuerdo en lo de solicitar hora. “Creo que en los momentos actuales sí es una buena idea implantar un sistema de este tipo, con parcelación de la playa y cita previa. Si hubiera que cogerla vendríamos igual, lo planificaríamos con más antelación, pero sí lo haríamos”, explicó. En su caso, optan por las horas de menos masificación, como la mañana, pero entienden que de implantarse este sistema “sería mucho mejor para todos, porque la pandemia sigue viva”.
María Eugenia Gómez ahondó en la idea de que se implantara solo los fines de semana. “A mí en mi particular no me iría bien. Yo vengo temprano entre semana y no suele haber problema. El sábado sí que fue terrible, a las 11 y media de la mañana, más o menos, estaba todo colapsado”. “Creo que es más un problema de tráfico, que de gente en la playa, donde se pueden mantener perfectamente las distancias”, añadió.
Por su parte, Carmen Manresa expresó enérgicamente su rechazo a este posible sistema. “Me parece una porquería”. Ella, usuaria habitual de la playa, considera que no es un problema generalizado. “Yo vengo de 9.00 a 12.00 horas y no tengo ningún problema, ni de aparcamiento ni de seguridad en el mantenimiento de las distancias, y los sábados y domingos directamente no vengo, porque siempre se colapsa. Así que si lo ponen, no vengo”, concluyó.
El último de los usuarios, Luis Hernández, mostró su apoyo al sistema. “Me parece bien. Es verdad que entre semana hay espacio, pero los fines de semana es algo horrible”. Si tuviera que pedir hora, asegura que lo haría, pero también que “quizás vendría menos o me buscaría otra playa”.