Salvo mayúscula sorpresa, Bermúdez cuenta con el apoyo de tres ediles del PP y de una concejala expulsada por Cs para volver a ser alcalde y convertirse en el referente de Coalición.
Coalición Canaria recuperará hoy, salvo sorpresa mayúscula, su feudo histórico por excelencia, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, tras un año de gobierno municipal de la socialista Patricia Hernández, que ha contado con el apoyo de Ciudadanos y, desde fuera, de Unidas Podemos.
Para recuperar la Alcaldía, José Manuel Bermúdez se valdrá de una moción de censura que cuenta con la mayoría gracias a tres ediles del Partido Popular y de una concejala del grupo no adscrito (tránsfuga) que ya ha sido expulsada de Ciudadanos, Evelyn Alonso, y que se negoció en pleno confinamiento por el estado de alarma decretado a cuenta de la pandemia de la Covid-19.
Este cambio, sustancial en la política canaria, deja a Bermúdez como principal referente en las Islas de su partido, mientras que debilita considerablemente al PP, condenado a ser muleta política de los coalicioneros en la capital tinerfeña, y constata la catástrofe de Ciudadanos en las Islas, donde navega sin rumbo directamente hacia el naufragio político, por no decir la desaparición de un partido gangrenado desde dentro, a partir de la imposición de Vidina Espino (Cs) como candidata regional en contra del parecer de la mayoría de militantes y cargos de la formación naranja.
Desde luego, la moción de censura es legítima, lo cual no quita desdoro a una operación de claro corte partidista que ha impactado en no pocos vecinos de la capital por su coincidencia con la pandemia. Si el hecho de negociarse en plena crisis del coronavirus no fuera suficiente, la publicación de conversaciones privadas de Patricia Hernández y del portavoz del PP capitalino, Guillermo Díaz Guerra, no han ayudado en nada a la imagen de la política isleña.
En la de la socialista, se le escucha augurar el malestar de la tránsfuga, lo que sirvió a la armada mediática de CC y a la propia interesada para interpretarlo como amenazas.
En la del popular, se le escucha tildar a los coalicioneros de malos gestores y reconocer que se presentó a las elecciones como alternativa, además de augurar un batacazo aún mayor para su partido en los próximos comicios locales de la capital provincial, a raíz de esta alianza.
La mañana se espera movidita, dado que se ha convocado una manifestación frente al Ayuntamiento santacrucero por los contrarios a la censura, mientras que los de Coalición Canaria no han dudado anteriormente en animar a protestar frente al Cabildo Insular por la decisión de suprimir el programa de Ansina. Pese a los anuncios alarmantes al respecto, todo apunta a que la jornada transcurrirá con tranquilidad.
UN BALANCE MÁS QUE POSITIVO EN APENAS UN AÑO DE LA ALCALDESA SOCIALISTA
Lo nunca visto. Mujer y socialista, alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife, la única capital de provincia española que se le resistía al PSOE. Solo por eso Patricia Hernández pasará a la historia de la capital tinerfeña, por mucho que su mandato se limite a un año, en caso de prosperar la moción de censura que se debate hoy, y que devolverá el bastón de mando a José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria), salvo enorme sorpresa.
A pesar del escaso tiempo transcurrido (sobre todo si se restan los meses de pandemia), el balance de la Alcaldía de Hernández es notable, aunque solo fuera por el acuerdo para recuperar 95 millones del caso Las Teresitas, algo que no logró su antecesor y seguro relevo.
Aunque la relación de logros sería prolija pese al escaso tiempo transcurrido, solo un dato resulta ilustrativo: el empeño por el levantamiento de alfombras ha sido clave.