Una forma relativamente sencilla de conseguir dinero en el sector inmobiliario es mediante la compra y venta de viviendas. También se puede conseguir beneficios económicos gracias al alquiler. Sin embargo, si se tiene en cuenta la situación actual del mercado, que no está atravesando un buen momento a consecuencia de la inflación, invertir en propiedades supone, en la actualidad, un riesgo bastante alto. Como alternativa, se encuentra el crowdfunding inmobiliario. Este término procedente del inglés «crowd», que significa multitud de personas (gente), y «funding», que puede traducirse como «fondos» o «financiación», designa la inversión colectiva en propiedades.
Esto en otras palabras quiere decir que, en lugar de ser una sola persona la que invierte su dinero en una propiedad, comprándola para después alquilarla o venderla, quienes compran la propiedad en cuestión son un grupo de personas, cada una de las cuales aporta parte del capital total que se requiere para la compra de dicha propiedad. No obstante, este ejemplo anterior es sólo una de las opciones que ofrece el crowdfunding. De hecho, el crowdfunding inmobiliario permite también, en lugar de comprar la propiedad, ayudar a los promotores inmobiliarios a través de un préstamo.
Sea como sea, una vez la propiedad en la que se ha invertido dinero comienza a generar beneficios, por ejemplo: mediante su alquiler o su venta a un precio mayor al de compra, cada una de las personas que han participado en el crowdfunding obtendrá la parte proporcional que les corresponde de los beneficios económicos. Las ganancias variarán en función del porcentaje depositado por cada uno de los inversores.
Previamente a hacer un listado completo de las ventajas del crowdfunding inmobiliario conviene explicar lo que lo diferencia de los préstamos entre particulares. En estos últimos, el inversor no posee una parte de la propiedad en la que se invierte, sino que le presta su dinero a otra persona a fin de que ésta pueda adquirir, o desarrollar, un inmueble. La forma de inversión, en los préstamos entre particulares, está basada en la deuda. Lo que se obtiene, en este caso, es una tasa de interés fija, que es el beneficio conseguido a cambio de prestar dicho dinero.
Ahora sí, a continuación vemos qué ventajas tiene el crowdfunding inmobiliario.
Crowdfunding inmobiliario: Invierte menos y gana más
Para todos los bolsillos
En el crowdfunding inmobiliario se puede invertir cantidades más grandes, siendo un grupo de inversores más reducido, o cantidades más pequeñas, en aquellos grupos de más personas. Si la persona interesada apuesta por esta segunda opción, no sólo arriesga menos capital suyo, sino que además tendrá acceso a invertir en una propiedad sin que su capital (más abundante o más escaso) pueda suponer una limitación que le impida invertir en propiedades.
Participar en mercados financieros extranjeros
Hace unos años, la inversión inmobiliaria se concentraba sobre todo en las instituciones financieras. Un particular podía invertir, pero siempre mediaba una entidad bancaria. De hecho, la gran mayor parte de los inversores eran personas adineradas o con buenos contactos dentro del mundo de la inversión, la financión, la economía… En la actualidad, existen plataformas online de crowdfunding inmobiliario, que ofrecen muchas oportunidades que antes no se le daban al inversor particular. Entre estas facilidades se incluye el acceso a mercados financieros extranjeros, sin que la inversión tenga por qué producirse necesariamente en el país de origen del inversor. Ello comporta una segunda ventaja: posibilidad de obtener más ganancias. Por ejemplo: si el inversor participa en un crowdfunding cuya inversión se destina a una propiedad en Londres, a la hora de obtener sus ganancias, éstas las recibirá en libras esterlinas. La moneda inglesa tiene un valor superior al euro, con lo que a la hora de pasar las ganancias obtenidas de libras esterlinas a euros, el inversor se beneficiará en mayor medida.
Repartir dinero entre varias propiedades
El crowdfunding se basa en invertir a partir de un capital común que se ha logrado con las aportaciones de varios inversores. ¿Qué significa esto? Que el mismo capital común puede invertirse en una sola propiedad o, por el contrario, diversificarse en varias. Cada inversor debe estimar oportuno si participar en un crowdfunding cuyo monto total se va a destinar a un único proyecto, o formar parte de otro crowdfunding en el que el dinero se reparta entre varios inmuebles. Esta última opción es bastante atractiva, porque permite obtener ganancias de diversos proyectos, no sólo de uno. De este modo, si por alguna razón, alguno de los proyectos no sale, el inversor puede compensar la pérdida de ganancias en dicho proyecto con los beneficios económicos que recibe de los otros inmuebles en los que había invertido una parte de su capital.
Rapidez
La rapidez depende del proyecto, pero si se compra una vivienda e inmediatamente se alquila, nada más haya en su interior inquilinos, ya se empiezan a percibir los beneficios económicos. Con lo que, incluso en el plazo de un mes (tres a lo mucho) ya se logran ver las primeras ganancias. Incluso, el alquiler puede realizarse con opción a compra y, en cuanto se venda la propiedad, todavía se rentabilizará muchísimo más el dinero invertido.