La jornada del 23-F para el intento de ingresar ayuda humanitaria en Venezuela fue duramente reprimida por el régimen de Nicolás Maduro. Camiones quemados por las Fuerzas de Seguridad Bolivarianas, cuatro muertos y decenas de heridos, entre ellos más de 20 con heridas de bala. Al menos 285 lesionados, según el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo.
A todo ello hay que añadir que un total de 60 miembros de las Fuerzas de Seguridad Bolivarianas que han desertado, según informa la CNN “Se trata de miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, incluso algunos de ellos con sus familias, miembros de la Policía Nacional Bolivariana, miembros de las Fuerzas Especiales, un conductor de una tanqueta de la Guardia Nacional, y un oficial de la Armada venezolana”.
También un barco que partió de Puerto Rico con ayuda humanitaria recibió una amenaza directa de fuego de la Armada Bolivariana del régimen, esta embarcación traía más de 200 toneladas de Ayuda Humanitaria, su tripulación era civil y su único propósito era llegar a Venezuela para salvar vidas, tras las amenazas de ataque tuvo temporalmente que abandonará el área.
El régimen de Nicolás Maduro se atrinchera y no da su brazo a torcer ante las presiones internacionales y de su propio pueblo, no duda en cometer crímenes de lesa humanidad contra su propio pueblo, esperemos que su fin este cerca.