Cada vez nos sorprendemos menos de algunas cosas que ocurren en Canarias. Ocurrió en Santa Úrsula, donde un hombre comenzó a increpar a otros vecinos a lomos de un caballo blanco.
En un momento determinado, el individuo se baja de su montura para, tras haber quitado los estribos, amenazar a otro con darle un golpe. Acto seguido, coge otra vez el caballo y se va por las calles de Santa Úrsula como si estuviera en una película, pero era la vida real.