El alcalde de Los Realejos confiesa su enorme preocupación por la actual coyuntura económica y social derivada de la emergencia sanitaria por la Covid-19. En este sentido, critica el “cambio normativo constante” por parte del Gobierno central, que ha tenido consecuencias en el día a día de la Administración local, desde la fecha de incorporación del personal municipal hasta la modificación en la apertura de los cementerios. Domínguez vaticina un futuro difícil para los ayuntamientos si finalmente no pueden utilizar el remanente de tesorería y el Gobierno regional no los ayuda con la creación de un fondo específico.
-¿Cómo se ha enfrentado su Gobierno a estos dos meses y medio de confinamiento?
“Con mucha preocupación y abandono por parte del Gobierno central y el de Canarias, porque sin saber los datos de las dos últimas semanas, 906 vecinos de Los Realejos han perdido su puesto de trabajo y a ello hay que sumarle los más de 2.000 que están en ERTE y muchas de ellos todavía no han cobrado la parte que les corresponde. El área social del Ayuntamiento ha tenido que trabajar a marcha forzada atendiendo a personas que ni siquiera eran usuarios de los servicios sociales, el Banco de Alimentos ha sufrido una caída importante por la demanda, y las ONG con las que colaboramos en la gestión también han solicitado más atención”.
-¿Qué medidas ha implementado el Ayuntamiento para ayudar a los distintos sectores?
“Nos iniciamos con medidas internas para los trabajadores municipales, de alivio al gasto para los empresarios, y continuamos con los servicios sociales y la atención a los mayores. Para el sector primario sacamos una ayuda destinada a la compra de alimento para el ganado. También hemos hecho alguna acción para la reducción de la brecha digital y a través de una ONG hemos participado en la entrega de tablets y conexión a internet para que los más pequeños puedan seguir estudiando desde casa. Hemos hecho cosas para casi todos los sectores dentro de las limitaciones que tenemos”.
-¿Qué tipo de limitaciones? porque el de Los Realejos es un ayuntamiento saneado…
“A pesar de ser un Ayuntamiento saneado, con 16 millones de euros en sus cuentas bancarias y un remanente de tesorería en torno a esa cuantía, con tres millones de euros de superávit de 2019, que cumple la estabilidad presupuestaria, el pago a proveedores, y la regla de gastos, económicamente estoy muy preocupado porque no sé cómo vamos a llegar a final de año. Y lo digo porque lo que se nos ha indicado por parte del Gobierno regional es que el bloque canario de financiación se reducirá un 54%. Estimamos que la participación en los Tributos del Estado caiga en torno al 20% o 25%. Hemos tenido que devolver las liquidaciones negativas de ejercicios anteriores, que ronda en nuestro caso los 360.000 euros, y calcular el crecimiento de la morosidad, porque la gente va a dejar de pagar. Este año el presupuesto de ingresos para Los Realejos se reducirá en torno a los 6 millones de euros y eso es mucho dinero. Si el Gobierno de Canarias y el de España no crean un fondo específico para los ayuntamientos y no nos dejan utilizar ni el remanente ni el superávit, no sé cómo vamos a llegar a final de año. Yo soy de los que creen que hay algunos que no van a poder pagar la nómina a 31 de diciembre. Estamos pidiendo auxilio porque creemos que lo vamos a pasar mal”.
-¿Cree que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cumplirá su palabra con Ángel Víctor Torres y revisará determinados criterios de reparto para poder utilizar el superávit?
“El Gobierno regional dijo en una conversación con la ministra que le iban a permitir solo a Canarias la utilización del superávit. Hemos visto que eso no es cierto, porque la firma que ha estampado Pedro Sánchez en el documento que lo relaciona con Bildu solo habla del País Vasco y de los ayuntamientos de esa comunidad autónoma, por lo tanto, con Canarias no ha habido todavía ningún acuerdo. Lo que creo, es que por más que se lo permitan, si no llega a los ayuntamientos, que somos los que estamos en la primera línea, lo vamos a pasar muy mal. El viernes rompí el presupuesto municipal de 2020 y todo lo que teníamos previsto de ingresos lo hemos borrado y estamos conformando uno nuevo con la merma que antes citada. Eso significará que quedarán áreas testimoniales, es decir, que no tendrán gestión de aquí a final de año porque hay que priorizar y lógicamente, en la primera línea de salida estarán servicios sociales, empleo y turismo”.
-¿Tan grave es la situación?
“Yo la veo muy grave y más aún cuando el Ejecutivo autonómico plantea que el presupuesto inicial de este año que es de 8.066 millones, no va a bajar, pero que los ayuntamientos reducirán sus ingresos a un 54%. Esto no tiene sentido y si lo tiene, es porque no creen en los ayuntamientos pese a que somos la primera puerta para recibir al vecino cuando no puede pagar el alquiler, comprar la bombona de gas o afrontar el cobro que le ha girado el banco. No me creo que no reduzca su presupuesto, estoy absolutamente convencido de que va a bajar. De hecho, se anunciaba que el PIB de este año se reducirá en más de dos puntos. No podemos engañar a la ciudadanía, tenemos que decirle que hemos vuelto a una situación de crisis, que va a ser complicada y tenemos que ver de qué manera, desde la Unión Europea pasando por el Estado y las comunidades autónomas, los ayuntamientos tenemos ayuda”.
-¿Desde la FECAM se presiona suficiente al Gobierno de Canarias para pedir un fondo específico de financiación?
“Era una de las propuestas que planteaba la FECAM hace unos días. Desde el PP acentuamos esa solicitud con un fondo de contingencia no finalista, es decir, que no sea para un fin concreto, porque la realidad de cada ayuntamiento es diferente. Pero después de la reunión mantenida con el presidente me quedé aún más preocupado porque sus declaraciones fueron que el Gobierno de España ya estaba creando un fondo para cubrir el déficit de los ayuntamientos canarios y eso es mentira. El fondo que está pidiendo la FEMP al Estado es de 5.000 millones de euros repartidos entre más de 8.000 ayuntamientos. ¿Cuánto nos va tocar a lcada uno? El Gobierno central debe cubrir parte de las pérdidas que vamos a tener y el de Canarias no puede escurrir el bulto, tiene que obligatoriamente hacerse cargo de parte del déficit que vamos a tener los ayuntamientos. Y ahí es donde estamos presionando, la FECAM por un lado y el Partido Popular (PP) por otro”.
-Y permitirles usar el superávit y el remanente de tesorería…
“La solución al problema está en la utilización del remanente de tesorería más que del superávit porque podemos destinarlo a cualquier fin, no tenemos que pagar intereses y tampoco amortizar anticipadamente”.
– ¿A qué destinaría los 16 millones de remanente de tesorería que tiene el Ayuntamiento?
“Habría que equilibrar el presupuesto de 2020 y serían para cubrir los servicios básicos. Los 88 de ayuntamientos de Canarias tenemos que hablar de inversión y la construcción puede ser el sostén a la caída económica que vamos a tener. Si bien nunca va a llegar a los niveles del turismo, sí puede paliar la lentitud del crecimiento de este sector y de esta manera, mantener o incluso crear algunos puestos de trabajo. Pero para eso tenemos que invertir todos, los 88 ayuntamientos, los cabildos y el Gobierno de Canarias”.
– Algunos apuntan a la agricultura como posible salvación…
“La inversión va en distintos niveles. Si la construcción se paraliza, Canarias se para en su totalidad porque ya el turismo, que es nuestro principal motor, tiene una debilidad importante y va a crecer muy lentamente. Soy optimista y creo que lo va a hacer, pero va a tardar. La agricultura está muy lejos de representar una creación de puestos de trabajo como la que necesitamos y la industria tampoco crece como se espera, por lo tanto, nos queda la construcción como ese alivio que nos permita mantener o crear empleo aunque nunca como el turismo”.
– ¿Qué proyectos se han quedado paralizados en el municipio debido a esta situación?
“Todo el Plan de Barrios ha quedado suspendido. Estamos analizando si podemos licitar la ampliación del cementerio El Mocán porque tenemos un grave problema de espacio. Tenemos las bases preparadas y los pliegos pero no lo podemos licitar hasta no tener garantizados los créditos suficientes”.
– ¿Lo cogió de imprevisto los desprendimientos en la TF-342?
“Me pilló por sorpresa aunque después del incendio entendía que con la presión del helicóptero y la eliminación de la vegetación podrían producirse”.
– ¿Este hecho servirá para que se ejecute el tramo del Anillo Insular Los Realejos-Icod?
“Espero que sí, ya que es la primera vez que veo en el Norte de manera presencial a los responsables políticos insulares, que han estado con interés analizando toda la situación. Le comenté al presidente que, salvando los parajes naturales de Campeche, Tigaiga y Ruiz y Rambla de Castro, algo hay que hacer con este tramo porque es una reivindicación de muchos años. Este es un claro ejemplo de que la Isla Baja ha quedado aislada. Si nos pilla unos meses antes con la Avenida de Canarias abierta, con la obra de Los Barros, a la entrada del municipio, o el callejón de Los Cuartos, que acabaron hace unos meses, no sé qué hubiese pasado. Este acontecimiento tiene que hacernos pensar de manera seria, no puede corregirse y dejarlo como algo pasajero. Hay que planteárselo, no por llegar tarde o temprano sino por la urgencia”.
-Cuando comenzó la Fase 1 de la desescalada volvieron las colas en la TF-5. ¿Confía en que haya finalmente una solución?
“No veo ningún tipo de interés ni planteamiento al respecto. Creo que el Cabildo está noqueado con este asunto, no sabe qué hacer y el Gobierno canario no va a tener recursos. Una vez más hemos desaprovechado lo que se suele llamar la época de ‘vacas gordas’, volveremos a las ‘vacas flacas’ y aparecerán miles de excusas para decir que no se puede arreglar la TF-5. Y pasarán los años sin que este problema se solucione. No soy nada optimista al respecto”.