El denunciante de la agresión homófoba de Malasaña el pasado fin de semana ha confesado que las lesiones fueron consentidas, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL de fuentes próximas a la investigación. No hubo encapuchados ni ataque, el joven ha reconocido tras un larguísimo interrogatorio al que ha sido sometido por los agentes que todo lo contado era falso.
En un primer momento, el joven, de 20 años, denunció ante la Policía que había sido asaltado por ocho encapuchados en el portal de su casa la tarde del domingo, que estos le habían insultado y le habían grabado “maricón” y una cruz invertida con un arma blanca en la nalga.
Pero este martes ha dicho lo contrario ante la Policía después de que los agentes que investigaban el caso se encontraran con que algunos detalles no cuadraban. Por ejemplo, que ninguna de las cámaras cercanas a la vivienda registraba la presencia de esos ocho encapuchados, y ningún vecino había presenciado nada.
Revuelo mediático
La Policía, tras la denuncia del joven, se puso a buscar al grupo de los ocho encapuchados que supuestamente lo habrían agredido. La agresión, según había sido descrita por el joven, se había producido a las 17:15 horas en el barrio madrileño de Malasaña. Allí, un grupo de encapuchados lo habrían asaltado y lo habrían llevado hasta el portal vestidos con sudaderas negras, capuchas y pasamontañas. Estos le habrían proferido insultos como “maricón de mierda”, “asqueroso”, “come mierda” o “anticristo”.
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