España se despertó este sábado con una noticia devastadora. Un joven, de 15 años de edad, mató el pasado martes a su madre y a su hermano, de 10, y posteriormente a su padre, con una escopeta de caza en el domicilio familiar, situado en Elche, Alicante. Al parecer, su progenitora le había dejado sin internet y sin móvil por sus malas notas en el instituto, siendo este el posible detonante de todo.
Todo apunta a que el menor estuvo conviviendo hasta este sábado con los cuerpos sin vida de sus familiares, hasta que le confesó lo que había hecho a una vecina, quien a su vez dio la voz de alarma a las autoridades.
En información ofrecida por El Español, el joven habría almacenado los cadáveres en un cobertizo que había en la propiedad. Y después hizo vida normal. Excusó su presencia en el instituto diciendo que estaba confinado por coronavirus, por lo que no podría ir a clase. Era la coartada perfecta: el confinamiento es automático con un simple test de antígenos, por lo que no necesitaba más documentación.
Además, y según ha podido saber El Español, cogió el teléfono de su madre muerta para contestar a los WhatsApp y simular que aún seguía viva. Esto lo que más llama la atención a los agentes que están tratando de adivinar qué pasó por la cabeza de Santi: su absoluta sangre fría a la hora de planificar, perpetrar y ocultar un crimen tan monstruoso.
El Ayuntamiento de Elche ha decretado tres días de luto oficial en memoria de las víctimas del triple crimen que se ha producido en la pedanía de La Algoda. Las banderas institucionales ondearán a media asta en el exterior de los edificios públicos municipales.
El Consistorio lamenta la «gran tristeza y preocupación» por lo sucedido y ha expresado «el dolor por este luctuoso hecho y la solidaridad con el sentimiento de los familiares de los fallecidos».
Así, considera que el luto oficial «es una manera adecuada de mostrar el pesar institucional y el de toda la sociedad, por un hecho tan grave», añade el documento firmado por el alcalde, Carlos González.
Este sábado se ha celebrado en la plaza de Baix una concentración durante la que se han guardado tres minutos de silencio y en la que han participado el alcalde, la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador; el comisario principal de la Policía Nacional en Alicante, Ignacio del Olmo; el comisario de la Policía Nacional en Elche, Pedro Montore; el comisario jefe de la Policía Local, César Zaragoza y varios cargos del Cuerpo; un mando del cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola; el concejal de Seguridad, Ramón Abad, y varios miembros del Equipo de Gobierno y de la Corporación Municipal.
«Son unos hechos terribles e inexplicables, la ciudad entera está consternada, hemos querido expresar el dolor de la ciudad, la solidaridad y el cariño con los familiares de las víctimas de este trágico y luctuoso suceso», ha señalado el primer edil al finalizar la concentración.
Por su parte, la subdelegada del Gobierno, Araceli Poblador, ha manifestado que «estamos aquí para mostrar nuestro dolor por unos hechos incomprensibles» y ha señalado que ahora «tenemos que dejar trabajar a los servicios de investigación, hay un menor por medio y hay que dejar trabajar a la Fiscalía, que es la que tendrá que adoptar medidas».