El Castillo de San Joaquín, que está situado entre Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna, ha sido puesto a la venta por 3.187.416 euros. La vendedora anuncia que existe un proyecto de reforma en el que podría ser ubicada una residencia u hotel con 40 habitaciones individuales.
Asegura que “poder entrar en un espacio completamente fortificado da una sensación de protección, de privacidad y de invulnerabilidad”, y recalca que “nadie nunca lo ha derrumbado ya es garantía de una edificación estable”.
El Castillo de San Joaquín es una edificación de 1586 con 944 m2 útiles en una parcela de 4400 m2, por lo que estando en su interior podrá sentirse como los antiguos habitantes del fortín, construido para defender la Isla de piratas y corsarios.
Presenta una única entrada de acceso que da a un patio de distribución. Desde ese patio se accede a las cuatros torres cilíndricas y a las edificaciones rectangulares que conectan las cuatros torres. Al interior de las cuatros torres cilíndricas están las escaleras que conectan con la segunda planta. En la azotea hay garitas y otros espacios edificados.
El Castillo de San Joaquín ha sido desde polvorín, pasando por palomar, hasta prisión militar. Su aspecto externo y su planta no han variado a lo largo de los años aunque en la actualidad se encuentra prácticamente en ruinas.
Fue propiedad del Ministerio de Defensa hasta 1996, momento en el que, tras una subasta pública, un particular lo compró.