Las okupaciones han aumentado un 58%. Los usurpadores intentan pasar desapercibidos los primeros días para que la Policía no los expulse.
España. Según los últimos datos, anualmente, 12.000 propietarios sufren okupaciones en sus domicilios, sean segundas residencias o no. Esto significa que, de media, cada día 33 viviendas son okupadas. Esta cifra, de hecho, ha crecido desde 2013, el primer año en el que existen datos al respecto. Entonces, sólo hubo 7.700 denuncias. En estos años han aumentado un 58% las okupaciones en todo el territorio. El incremento, en este sentido, tiene que ver con que la legislación dificulta el desalojo de estos usurpadores. En muchos casos, los inquilinos ilegales se instalan con menores, por lo que la ley complica el desahucio de familias con niños.
Pero, ¿cómo actúan los okupas para poder establecerse durante largos periodos en un domicilio ajeno sin que el propietario pueda echarles de su casa? La manera de actuar es siempre la misma. Los usurpadores allanan un domicilio, que normalmente ya tienen estudiado, de un modo sigiloso. De este modo, evitan que cualquier vecino o persona cercana al propietario se dé cuenta de que el okupa se ha colado en la casa.
Su objetivo es pasar inadvertido durante las primeras 72 horas establecidas por la ley para poder demostrar que ya están establecidos en la propiedad. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ya no podrán expulsar a los indeseables inquilinos de la vivienda, ya que sólo lo podrían hacer durante las primeras 48 horas. Habrá que esperar a una orden judicial.
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