La Guardia Civil ha esclarecido una estafa a cinco personas por valor de 2.600 euros tras alquilar casas en Canarias, supuestamente en la localidad de Corralejo (Fuerteventura) y otra en Lanzarote, que realmente no existían.
Según ha informado este jueves el instituto armado en un comunicado, los autores, cinco personas residentes en la isla de Lanzarote y otra en Sevilla, con edades comprendidas entre los 24 y los 42 años, fueron identificados por los agentes el pasado día 4 de agosto como presuntos autores de la estafa.
La Guardia Civil tuvo conocimiento de los hechos a raíz de las denuncias presentadas por cinco personas en dependencias del Puesto Principal de Corralejo, donde comunicaban la intención de reservar y alquilar una vivienda en las islas de Fuerteventura y Lanzarote.
Las víctimas se pusieron en contacto con el estafador a través de anuncios en una popular red social para buscar viviendas vacacionales situadas supuestamente en Fuerteventura.
Tras contactar las víctimas con la anunciante, ésta le pedía el ingreso del dinero mediante transferencia inmediata o bien por una aplicación para realizar la reserva de la vivienda, con lo que quedaría reservado el inmueble y el acuerdo definitivo para la entrega de llaves.
Así, las víctimas, seguras de que el anuncio era auténtico, efectuaron los ingresos mediante transferencias bancarias al presunto arrendador del inmueble para dejar cerrado el alquiler de la vivienda.
Por ello, los perjudicados se desplazaron hasta el lugar donde habían quedado con la anunciante para la recogida de llaves, pero los autores de los hechos no se presentaron.
Además, desde el momento de realizar el pago fueron bloqueadas por la persona con la que habían mantenido la conversación vía mensajería instantánea, con lo que no podían volver a contactar.
Los autores estaban habituados a cambiar el perfil de la red social que empleaban para el anuncio o bien bloqueaban a los denunciantes, para que así no pudiesen ponerse en contacto con ellos.
Tras obtener todos los datos sobre los hechos ocurridos, los agentes se percataron de que la supuesta estafadora había utilizado una red social como herramienta para atraer a las víctimas al publicar un falso anuncio de alquiler con una vivienda que no correspondía con la realidad, y una vez obtenía por adelantado el dinero del alquiler, desaparecía sin dejar rastro.