Después del último anuncio en el hemiciclo español por parte del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en relación a los nuevos tributos que tendrán que asumir por los beneficios tanto la banca como la energética, es el momento de mirar a Europa.
¿Por qué? Porque hay un precedente en el que ya desde el Banco Central Europeo se pronunció al respecto. Basta remontarse a 2019 cuando esta medida también la impusieron en Lituania.
En un documento firmado por la propia Lagarde se ponía de manifiesto que este tipo de tributo podría suponer una serie de imposiciones indebidas a la banca que acabaran suponiendo problemas en las líneas de crédito que necesita la economía.
Estas opciones que suelen ser a nivel macroeconómico no reflejan, en realidad, las necesidades reales de los ciudadanos que, según el comparador de préstamos online PréstamoJusto, siguen buscando líneas de crédito no solo por la vía bancaria sino a través de los agentes crediticios autorizados. Buena cuenta de esto es el tráfico que viene incrementándose en los últimos meses en su plataforma donde los usuarios pueden ver las mejores ofertas del sector con las condiciones, requisitos y términos.
¿Se ha demostrado que llevara razón entonces esa misiva? En primer lugar ya desde el gobierno han avisado de que evitarán mediante protección legal que este impuesto sea repercutido a los usuarios, es decir, a los ciudadanos, en las facturas y comisiones de las entidades. Sin embargo, habrá que ver cómo puede afectar a mejores condiciones crediticias y de productos para los clientes de las entidades, que podrían rebajar los márgenes de beneficios para paliar esta nueva factura tributaria.
Para comenzar, el anuncio ha supuesto la pérdida en bolsas de entidades bancarias y energéticas que ahora están estudiando cómo tendrán que gestionar este nuevo impuesto en sus cuentas para no lastrar su recuperación o beneficios en los próximos ejercicios.
¿Cuál sería la alternativa propuesta por el BCE? Más que gravar con un impuesto, propone poner tope a los beneficios extraordinarios, aunque tampoco define cómo hacerlo de forma efectiva sin injerencia real que pueda opacar la libre operatividad de estos sectores.
Sin duda, este ha sido uno de los fuertes de la comparecencia del gobierno en el Congreso para el Debate sobre el Estado de la Nación, pero no el último. Cada vez más parece que cuesta conseguir las mayorías con sus socios para sacar adelante proyectos políticos que marquen cambios en el devenir de la legislatura.
En los próximos meses también se verán las opciones que ofrece la oposición para llegar a ciertos acuerdos políticos nacionales para ir aprobando leyes y medidas anticrisis – en las actuales, la abstención del PP ha servido como primer paso de acercamiento -.
Paso a paso habrá que ver cuáles son las medidas que también, junto con los fondos europeos, aprueba la Unión Europea para capear una situación de inflación y crisis energética sin precedentes en el espacio común. A los anuncios que avisan de tiempos duros habrá que también apoyarlos con medidas a nivel europeo que palíen los problemas que podrán encontrarse las familias.