Como si se tratara de un trayecto que se recorre lentamente, casi a pie, el mercado de apuestas deportivas en España ha transitado un camino de ida y vuelta en términos regulatorios. A medida que la cantidad de jugadores va en aumento, también lo hacen las iniciativas para controlar su impacto en la sociedad.
Desde la entrada en vigor del Real Decreto 958/2020, conocido mediáticamente como la “Ley Garzón”, hasta su reciente reinterpretación por parte del Tribunal Supremo, el marco legal se ha visto atravesado por tensiones entre la protección del consumidor y la libertad empresarial, como las promociones.
El viaje de ida, vía decreto
La conocida “Ley Garzón”, impulsada por el entonces ministro de Consumo Alberto Garzón y promulgada en 2020, sentó las bases para una regulación más estricta del juego online en España. Su aplicación efectiva comenzó a sentirse con fuerza a partir de 2023, cuando entraron en vigor nuevas obligaciones para los operadores de juego licenciados en territorio ibérico.
Estas normas, pensadas para crear entornos más seguros, pusieron el foco en la protección de las poblaciones vulnerables, puntualmente menores y personas con datos de autoexclusión.
Así, por ejemplo, se prohibía el uso de tarjetas de crédito para realizar depósitos por parte de jugadores identificados como de riesgo y fijaba multas de hasta 50 millones de euros para aquellas plataformas que no cumplieran con sus disposiciones.
El decreto también afectaba a las bonificaciones, como los bonos de 10 euros gratis sin depósito casino españa, por ejemplo, a menudo ofrecidos en conjunto con entradas para eventos o invitaciones exclusivas.
La vuelta, en el Tribunal Supremo
Sin embargo, en abril de 2024, el Tribunal Supremo emitió una sentencia que modificó el paisaje reinante. La Asociación Española de Juego Digital había presentado un recurso cuestionando la constitucionalidad de varios artículos del Real Decreto 958/2020.
El fallo no derogó el decreto, pero declaró inaplicables algunas de sus restricciones, argumentando que no contaban con suficiente respaldo legal y que afectaban de manera desproporcionada la libertad de empresa.
Al tratarse de un sector de “reacción rápida”, el fallo tuvo efectos inmediatos. Los operadores recuperaron la posibilidad de hacer campañas publicitarias más visibles, incluso en redes sociales y plataformas como YouTube. También se permitió el uso de figuras públicas y embajadores de marca, algo que estaba expresamente prohibido en la “Ley Garzón”.
Por otro costado, los bonos de bienvenida y las promociones sin depósito volvieron al repertorio legal de estrategias comerciales. Aunque todavía existen límites, el fallo habilitó una reinterpretación más flexible del decreto y abrió una puerta a su futura revisión legislativa.
Buena parte del decreto sigue vigente
Dicho esto, gran parte del decreto sigue en pie, puntualmente todo aquello relacionado a las obligaciones informativas. Las plataformas debían ofrecer datos claros sobre la prohibición de juego a menores de edad, los riesgos asociados al juego y los recursos disponibles para obtener ayuda.
De la misma forma, aunque muchos ya contaban con ello, se subió la vara de control con una línea de atención telefónica gratuita para casos de comportamiento de riesgo, y cada casa de apuestas tiene que contar con un responsable específico de la supervisión de estas medidas.
Es decir que, si bien la tensión entre proteger al consumidor y permitir el desarrollo empresarial sigue latente, pero en este nuevo escenario, los operadores han recuperado herramientas clave para captar usuarios.
El mercado de apuestas sigue imparable, a pesar de todo
Más allá de las idas y vueltas, el crecimiento del mercado de apuestas deportivas en España no se ha detenido. Los números lo demuestran: en el segundo trimestre de 2024, las apuestas deportivas online generaron 145,48 millones de euros, lo que representa el 42 % del total del juego online en el país.
Las previsiones no son menos optimistas. Se proyecta un crecimiento compuesto cercano al 13% anual entre 2023 y 2028. Así, se consolida como uno de los sectores más prometedores en un año de alta incertidumbre como está siendo el 2025.
Elementos de la alquimia ganadora
Las plataformas no mermaron su trabajo ni en los atípicos 2020 y 2021. Desde entonces, no han dejado de evolucionar, incorporando nuevas funciones como cuotas de fútbol en tiempo real, transmisiones en directo y pagos instantáneos, que mejoran la experiencia de los usuarios locales.
Además, la caída parcial del decreto produjo que se renueven alianzas estratégicas entre casas de apuestas y clubes deportivos, que permiten llegar a públicos más amplios mediante campañas conjuntas.
El desarrollo de tecnología avanzada para pagos seguros ha generado mayor confianza en los usuarios, al tiempo que la accesibilidad de las apuestas móviles ha multiplicado las oportunidades de jugar en cualquier momento y lugar.
Otro factor no menor es la diversificación de las opciones de apuestas. Aunque el fútbol sigue liderando el interés, cada vez son más populares las apuestas sobre baloncesto, ciclismo, tenis, eSports e incluso política o eventos culturales como Eurovisión.