La vida de Miroslava Slavova dio un vuelco el pasado 11 de marzo. Ese día, su hija Viktoriya, de 16 años, decidió fugarse. Habían pasado tiempo juntas por la mañana -cerca de una hora y media-, pero después el personal del centro de menores de Finca España, que tiene su custodia, la dejó en el instituto y ella aprovechó para ausentarse. Ya entrada la noche, llamó a su madre desde el móvil de un hombre, de unos 35 años, para decirle que se había ido con él. El contacto telefónico volvió a producirse el día 14 y, desde entonces, no han podido hablar más. “Entiendo que él bloqueó mi número”, indica, desesperada, a DIARIO DE AVISOS.
Miroslava puso los hechos en conocimiento del centro, la Policía y la Fiscalía con el objetivo de que se iniciara una búsqueda que todavía no ha dado resultado, aunque sabe que las partes implicadas intentan localizar a su hija cada día. Además, Viktoriya ya se habría fugado, al parecer, con esta persona en septiembre de 2021, siendo encontrada cinco meses después.
“Siempre he dicho que el problema no está en casa, sino en lo que hace fuera”, sostiene la progenitora, que el año pasado cedió la custodia de su hija a la Comunidad Autónoma de Canarias para que recibiera la ayuda psicológica que, a su juicio, necesita.
Una serie de episodios que tuvieron lugar cuando la menor tenía 14 años pusieron en alerta a su familia. “Viktoriya hizo un espectáculo aquí porque se había enamorado de un chico de 24, decía que quería matarse”. Y a esa misma edad descubrió que “tenía una cuenta en Instagram y buscaba conocer a personas mayores de 20 años, una cosa que no hacía por dinero”. Miroslava señala que la joven también mantuvo una relación con un vecino de 35 años, que acabó dejándola cuando le vio las orejas al lobo.
En estas dos semanas de angustia, la única ayuda que ha recibido esta madre es la de SOS Desaparecidos, asociación a la que recurrió tras producirse esta nueva desaparición de su hija y que se encarga de darle apoyo y asesoramiento en estos momentos tan duros. “No he recibido ayuda de nadie más. Yo solo quiero saber que está viva y que está bien”.
“Solo recibo apoyo de SOS Desaparecidos”
El portavoz de SOS Desaparecidos en Canarias, Santiago Martín, detalla que Miroslava “se encuentra muy sola y no se siente escuchada”. A su vez, insta a la sociedad a mirar más allá de este caso concreto, teniendo en cuenta que las Islas lideraron las desapariciones en España en 2021, según los datos del informe anual elaborado por el Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), que reflejan que Las Palmas fue la provincia con mayor número de denuncias interpuestas, con 3.446, de las cuales casi el 90% correspondieron a jóvenes de entre 13 y 17 años, muy por encima de la media nacional (63,97%), mientras que en Santa Cruz de Tenerife desaparecieron 774 personas, 551 de ellas menores.
“Se tiene que entender que cuando un padre nos llama, lo mínimo que podemos hacer es estar junto a ellos e intentar asesorarles”, un apoyo que personas como Miroslava no están recibiendo en tiempo y forma por parte de las administraciones canarias.
Así, el caso de Viktoriya se enmarcaría dentro de una problemática y una tendencia al alza que debe preocupar a los agentes implicados en el ámbito del menor. De hecho, “la página del Centro Nacional de Desaparecidos, del Ministerio del Interior, tiene continuamente menores de Canarias en paradero desconocido”, destaca Santiago.
Sorprende que el Archipiélago también se encuentre entre las seis comunidades con mayor número de desaparecidos reincidentes, con 420 en la provincia de Las Palmas y 159 en la de Tenerife. “Lo peor para Miroslava y para cualquier madre que se encuentre en la misma situación es la incertidumbre”, insiste el portavoz de SOS Desaparecidos, refiriéndose a la angustia que supone no saber nada de sus hijos. Por otro lado, el artículo 223 del Código Penal es bastante claro al respecto: “El que, teniendo a su cargo la custodia de un menor de edad o una persona con discapacidad necesitada de especial protección, no lo presentare a sus padres o guardadores sin justificación para ello, cuando fuere requerido por ellos, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años, sin perjuicio de que los hechos constituyan otro delito más grave”.
Santiago Martín insiste en la necesidad de que toda Canarias “sume y empuje para implantar e incrementar la formación y prevención con todas las entidades e instituciones”. Con este fin, una de las prioridades de la asociación es priorizar en el Archipiélago las iniciativas de sensibilización y actividades formativas, pues “en el resto del territorio nacional ya se hacía antes de la pandemia y aquí queremos potenciarlo”
Santiago Martín insiste en la necesidad de que el Archipiélago “sume y empuje para implantar e incrementar la formación y prevención con todas las entidades e instituciones”. Y precisamente uno de los objetivos de SOS Desaparecidos es priorizar en Canarias las iniciativas de sensibilización de actividades formativas, pues “en el resto del territorio nacional ya se hacía antes de la pandemia y aquí queremos potenciarlo”.