La seguridad vial es un tema crucial para la Dirección General de Tráfico (DGT). Y, desde hace años, ha estado pensado qué dispositivo será de uso obligatorio para avisar a los conductores en el caso de que nuestro coche se averíe. Y es que los triángulos de emergencia V-16, que han acompañado a los conductores españoles durante más de dos décadas, tienen un problema: son inseguros, ya que la persona debe bajarse del coche en plena carretera para ponerlos, provocando que arriesgue su vida. Por ello, a partir de marzo de 2021, ya se podrán usar las luces de emergencia V-16 para indicar la avería de un coche. Estas, de hecho, en 2024 serán totalmente obligatorias.
Y la batalla de las empresas en el mercado por vender las luces V-16 de mejor calidad está asegurada, tal y como ocurrió en 1999, cuando la DGT estableció la obligatoriedad de portar en el coche los triángulos de emergencia. Más de veinte años después, la guerra comercial se reanuda. Pero, en este caso, Atressa, una empresa familiar de origen vasco, ya cuenta con cierta ventaja: su luz ha sido “la primera en ser homologada y certificada por la DGT en enero de 2019”, según explica a EL ESPAÑOL César Basterrechea (Guernica, 1967), director de innovación y director comercial de la empresa fundada por familia Marzana.
Esta familia, de hecho, creó esta empresa “especializada en iluminación para vehículos” en 1952 bajo el nombre de Marzana y Cia, S.A. En aquella España sumida bajo el franquismo, estos empresarios vascos comenzaron con la fabricación de las dinamos de bicicletas. “Fue la primera dinamo con luz incorporada”, explica Basterrechea. Pero los años pasaron y la denominación de la entidad fue variando: Rinder Industrial S.A., desde 1991; y Atressa, desde hace tres años.
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