En un descubrimiento que podría sacudir los cimientos de la arqueología europea en busca de un antiguo tesoro, un equipo de científicos ha arrojado luz sobre un enigmático artefacto de piedra, conocido como la losa de Saint-Bélec, que había sido relegado al olvido en el almacenamiento de un antiguo castillo francés. Este artefacto, que data de entre 2.150 y 1.600 a.C., en la Edad del Bronce, podría ser la clave para desentrañar los secretos de antiguos tesoros largamente perdidos. A pesar de haber sido descubierto a principios del siglo XX por Paul du Châtellier, un renombrado arqueólogo, la losa pasó desapercibida hasta que recientes análisis revelaron su potencial como un auténtico mapa del tesoro.
El interés por la losa de Saint-Bélec resurgió tras la realización de un meticuloso análisis que incluyó escaneos en 3D, revelando con asombrosa claridad que los grabados en la piedra coincidían en un 80% con características geográficas reales de la zona de Roudouallec, en Bretaña. Este hallazgo ha sido celebrado por Yvan Pailler, de la Universidad de Bretaña Occidental, quien lideró el equipo de investigación, y por Clément Nicolas, de la Universidad de Bournemouth, quienes ven en este mapa un testimonio sin precedentes de la capacidad cartográfica de las civilizaciones de la Edad del Bronce en Europa.
Lo que hace a la losa de Saint-Bélec un descubrimiento fascinante no es solo su antigüedad, sino la posibilidad de que contenga la ubicación de yacimientos arqueológicos aún no descubiertos, ofreciendo una perspectiva única sobre las comunidades de la Edad del Bronce y sus prácticas de enterramiento, minería y asentamiento. Según informes de Science Alert y AFP, los investigadores especulan que los grabados podrían representar túmulos, viviendas o incluso yacimientos minerales, una teoría respaldada por recientes excavaciones en el lugar donde se encontró originalmente la losa. Estos trabajos de campo, dirigidos por Pailler, han permitido recuperar fragmentos perdidos de la losa y apuntan a una mejor comprensión de la cronología y el contexto del artefacto.
La losa de Saint-Bélec puede albergar el mapa del tesoro más buscado
La importancia de este mapa radica en su potencial para alterar nuestra comprensión de las sociedades de la Edad del Bronce, sugiriendo que poseían conocimientos avanzados de cartografía y territorio. La publicación del estudio en el Bulletin de la Société préhistorique française marca un hito en la investigación arqueológica europea, posicionando a la losa de Saint-Bélec como la representación cartográfica más antigua de un territorio en Europa.
«Lo que nos falta ahora es la clave del mapa, el decodificador», dijo Clément Nicolas, investigador principal de la excavación de la Universidad de Bournemouth, en una publicación para el instituto de investigación Inrap en 2021 .
Más allá de su valor científico, el redescubrimiento de la losa de Saint-Bélec es un recordatorio de la riqueza oculta que aún espera ser descubierta en los almacenes de museos y colecciones arqueológicas. La losa, que alguna vez pudo haber sido utilizada por un príncipe de la Edad del Bronce para ejercer control sobre su territorio, simboliza el fin de una era y el comienzo de otra en la historia de la arqueología europea. La destrucción deliberada de la losa, usada como material de construcción tras el declive del poder de dicho príncipe, añade una capa de misterio a su historia, sugiriendo conflictos y cambios políticos en ese periodo.
Este mapa, que una vez guió a una antigua élite hacia sus riquezas y dominios, ahora guía a los arqueólogos modernos en su búsqueda por desenterrar los secretos de nuestro pasado. La losa de Saint-Bélec no es solo un vestigio de la historia; es una ventana a un mundo perdido, ofreciendo pistas sobre cómo las antiguas civilizaciones comprendían y dominaban su entorno. Con cada fragmento recuperado y cada línea descifrada, los investigadores se acercan un paso más a reconstruir la vida en la Europa de la Edad del Bronce, demostrando que, incluso en los rincones más olvidados de la historia, hay tesoros esperando ser descubiertos.