A estas alturas, que la pandemia ha alterado el comportamiento de los consumidores no es ningún secreto. Cuando se trata de artículos como el pescado, el marisco o la carne, una parte importante de las ventas se trasladó a Internet debido al supuesto papel que tuvieron los mercados locales en el desencadenamiento del brote de coronavirus.
Como resultado, las plataformas de venta online de pescado y carne han ganaron mucho en los últimos meses tras el confinamiento y las restricciones posteriores. Muchos compradores de ciudad han optado por canales directos como el online para abastecerse de alimentos frescos.
En Internet el sector de la alimentación ha vivido un auge sin precedentes. Hoy son muchas tiendas online las que venden una amplia variedad de productos frescos, entre los que destacan pescados y mariscos seleccionados cortados a medida. Los compradores pueden elegir entre productos de temporada y de la zona, como gambas, caballa, atún, sardinas, calamares, cangrejos y muchos otros.
Parte del éxito también se debe al transporte
Hace unos años, nadie habría pensado en poder comprar en una pescadería online y que, 24 horas después, pudiera tener los productos en casa con total garantía de calidad y frescura. La logística lo hacía imposible. Pero esta realidad también es diferente hoy en día.
Las empresas logísticas se pusieron las pilas e implementaron el servicio de transporte en frío de forma global, haciendo posible que el marisco gallego viaje más de 1000 km. en horas para que un catalán, un valenciano o un murciano puedan disfrutar de su frescura al día siguiente. Esta ha sido quizás la gran revolución. El aumento del número de emprendedores que se lanzaron a cazar el mercado online hizo el resto.
Detrás de un buen distribuidor online de frescos, por supuesto hay una gran logística, pero no debemos olvidar también a un equipo especializado que sabe controlar los procesos de calidad en este sector, cosa que no resulta precisamente fácil. Los productos perecederos necesitan ser tratados de una forma muy especial, con estrictos controles de almacenamiento y aumentando al máximo la velocidad de gestión y procesamiento de pedidos. Sin esto, sería imposible cubrir las expectativas de los consumidores.
Para 2021-2022 el sector prevé un crecimiento por encima del 50% respecto a las cifras medias de los últimos tres años. La pandemia ha sido el impulso que el comercio de frescos online necesitaba y ahora, a corto plazo, no puede más que crecer gracias a la confianza adquirida estos meses por los clientes.
Pero ¿Hasta dónde llegará? ¿Será el fin del mercado tradicional tal y como lo conocemos? La realidad parece marcar que coexistirán ambos modelos pero no podemos saber lo que las próximas décadas nos depararán.