Llega la primavera y las hormonas empiezan a revolucionarse, el buen tiempo y el ambiente floral despierta en nosotros ganas por experimentar y jugar con nuestras parejas y nuestra sexualidad, no hay mejor remedio para recuperar la pasión en la pareja que incorporar nuevas posturas sexuales, así que solo tómate un minuto y apunta ideas para incorporarlas en vuestros encuentros pasionales.
Antes de meternos de lleno con las posturas sexuales favoritas de los españoles, no descartes descubrir vuestros gustos en lo que se refiere al sexo, no se necesita tener pareja para saber qué es lo que te gusta y qué no, antes de buscar placer en la pareja, te invitamos a que explores con tu propio cuerpo, descubras cómo darte placer y te conozcas a ti mismo en profundidad, para ello puedes recurrir a juguetes eróticos o incluso entrar en páginas de anuncios eróticos donde encontrarás chicas liberales que te ayudarán a descubrir nuevos horizontes en el mundo del sexo.
¿Qué posturas practicar en pareja?
Antes de hablar de las diferentes posturas, para que podáis disfrutar de estas nuevas experiencias en pareja, es importante que haya confianza entre vosotros y total entrega. La disposición es muy importante y saber qué quiere tu pareja en todo momento también, ya que si nos preocupamos únicamente de nuestro placer, la experiencia no será tan placentera, pues cuando nos fusionamos con otra persona, ver cómo disfruta aumentará tu placer enormemente. La complicidad es ideal para satisfacer tus deseos y fantasías sexuales.
Seguramente ya conoceréis las posturas clásicas como: “El misionero”, “el perrito”, “la carretilla”, “el 69”… dependiendo de vuestras preferencias sexuales y de vuestros límites a la hora de experimentar, las posturas que podéis probar son ilimitadas, bueno… tan ilimitadas no… hay algunas posturas que sin duda necesitaras estar en una forma física increíble.
¡Importante! Os recomendamos comenzar siempre con preliminares porque además de ser muy útiles para entrar en situación, también favorecerán a que la experiencia dure más tiempo, lo cual es ideal cuando estás disfrutando.
¿Qué preliminares realizar?
Para ir poniéndoos en situación os recomendamos esta serie de preliminares que harán más placentera vuestra experiencia.
- Preparar el ambiente: velas, ropa de cama sexy, aromatizadores…
- Tocaros mutuamente y de manera individual, veros cómo os tocáis aumentará vuestra líbido.
- Preparar todo aquello que podáis necesitar o queráis usar durante el acto: Juguetes sexuales, geles lubricantes, cámaras (para grabar vuestras sesiones románticas), bebidas isotónicas…
- Comprar ropa sexy
- Ver porno juntos: Para ayudar a poneros en situación o tomar ideas, referencias de posturas…
- Comunicar vuestros deseos, jugar a hacer cambios de roles, actuar como desconocidos, etc.
- Hacer un masaje, cosquillas… Todo aquello que sepáis que estimula a vuestra pareja, besos en el cuello, etc.
- Buscar lugares diferentes donde practicar el sexo. A veces la monotonía es nuestro peor enemigo.
Y después de los preliminares, ¿qué?
A continuación os propondremos posturas de las más practicadas por los españoles, desde las más clásicas hasta las más novedosas:
- El Perrito: la mujer se dispone a cuatro patas y el hombre tras ella, pudiendo dominarla cogiéndola por la cintura, los pechos, el pelo…
- La cucharita: es una postura ideal para los más románticos, donde los cuerpos están entrelazados
- El misionero: El hombre se sitúa encima de la mujer, teniendo el papel de dominador, en ese momento él tendrá todo el control sobre ella.
- La vaquera: Igual que el misionero, pero esta vez la mujer está encima, teniendo ella el control.
- El 69: El hombre y la mujer en total sintonía se satisfacen uno a otro, lamiendo sus partes íntimas.
- La vaquera invertida: como su nombre indica, es igual que la vaquera, pero la mujer dada la vuelta.
- La bicicleta: Implica una penetración profunda, el hombre está de pie, mientras que la mujer está al borde de la cama con una de sus piernas apoyada en el hombro de su pareja.
- La Catarata: el hombre se pone al borde de la cama y la mujer sentada sobre él, es muy placentera para ambos por las sensaciones que produce cuando la sangre llega a la cabeza.
- El enchufe: mientras el hombre está tumbado boca arriba, la mujer se tumbará encima, poniendo sus piernas y trasero, mirando hacia su pareja. Es una postura muy fantasiosa para el hombre debido a que puede ver al completo a su pareja.
- Perro tumbado: igual que el perrito anterior, pero esta vez la mujer permanece tumbada.
- La Silla: La mujer se sienta encima del hombre, el cual está sentado también en una silla. La mujer tiene todo el control sobre el hombre para realizar los movimientos que más placer le den.
- La estantería: El hombre, estando de pie, coge en vilo a su pareja y procede a la penetración.
Si queréis subir el nivel y hacer aún más picantes vuestros encuentros sexuales, siempre podréis probar con otras posturas del Kamasutra, juguetes eróticos o contactos de mujeres donde encontraréis a chicas que os podrán guiar en estas nuevas experiencias, aunque también hay parejas dispuestas a probar cosas nuevas.
¿Qué beneficios tienen todas estas posturas?
El sexo es salud, no hay una edad límite para disfrutar de él, siempre hay posturas para los más atrevidos y para los más tímidos.
Disfrutar todo lo que podáis siempre con seguridad y con respeto, hablando las cosas, conversando sobre lo que se quiere y lo que no en todo momento.
Los beneficios de practicar nuevas posturas son muy variados:
- Mejorará la relación con tu pareja: mayor confianza, fuera tabú, aumenta la conexión entre ambos, se liberan hormonas que fomentan el “enamoramiento”.
- Es una buena forma de mantener vuestra forma física.
- Mejora la autoestima de ambos.
- Descubrir el placer de cada uno, con qué movimientos llegan antes al orgasmo.
- Conocerse a sí mismo y su sexualidad.
- Cumplir los deseos y fantasías sexuales.
Por supuesto, hay posturas que son muy complicadas de realizar porque requieren ciertos movimientos que la elasticidad y la fuerza de cada uno se ven comprometidas, así que es importante tener en cuenta las limitaciones de cada uno antes de arriesgar la integridad física.