El marketing digital está en constante movimiento, transformándose a medida que surgen nuevas tecnologías y se consolidan hábitos de consumo. Cada año nos sorprende con avances, herramientas y nuevas estrategias que prometen revolucionar la forma en que las marcas llegan a sus clientes. Para 2025, se espera una evolución aún más vertiginosa. Los avances en inteligencia artificial, la realidad virtual, la sostenibilidad y la evolución del tipo de contenido que se consume en las redes sociales van a tener una gran influencia sobre cómo desarrollan sus estrategias de marketing digital las grandes marcas. Por tanto, ¿qué depara el 2025 para el sector? Hemos hablado con los expertos de Expiey, agencia de marketing digital puntera en España, para que nos explique cuáles van a ser las principales tendencias en este año que entra.
Hiperpersonalización, búsqueda por voz y demás avances impulsados por la Inteligencia Artificial
La personalización siempre ha sido clave en el marketing, pero en 2025 alcanzará un nivel completamente nuevo. Gracias a la inteligencia artificial, las marcas podrán ofrecer experiencias hechas a medida, anticipándose a las necesidades y deseos de sus clientes con interacciones personalizadas en tiempo real, a diferencia de las meras recomendaciones que se venían practicando hasta ahora. Sin embargo, este nivel de personalización requiere un equilibrio. Aunque la tecnología permite automatizar muchos procesos, es fundamental que las marcas mantengan un toque humano. La combinación de IA y empatía será el punto clave para conectar de manera auténtica con el público.
Por otra parte, el auge de los asistentes de voz, como Alexa o Google Home, está cambiando la forma en que buscamos información. Las consultas por voz son más naturales y específicas, lo que obliga a las marcas a adaptar su contenido para responder de manera efectiva. Además, las redes sociales se están consolidando como verdaderos motores de búsqueda. Instagram, Pinterest y similares no son solo plataformas para compartir fotos; se están convirtiendo en herramientas esenciales para descubrir productos y servicios.
Comercio social y clientes como nuevos influencers en las redes
Las redes sociales están experimentando un cambio profundo. Plataformas emergentes como BlueSky y Threads están ganando terreno frente a gigantes tradicionales como X (antes Twitter). Esto responde a un deseo de los usuarios de espacios más auténticos y menos saturados de publicidad, por lo que las marcas tendrán que adoptar un enfoque menos agresivo y directo en estos espacios si quieren seguir captando seguidores que puedan convertirse en potenciales clientes.
Esta tendencia se percibe claramente en el caso de los influencers, que aunque siguen siendo relevantes, cada vez van teniendo menos protagonismo porque las marcas están empezando a colaborar directamente con sus clientes más leales, aprovechando su autenticidad para promocionar productos y servicios. Es parecido a lo que vemos que empieza a pasar en LinkedIn, donde una tendencia que va a cobrar fuerza a lo largo del 2025 es el contenido generado por empleados (EGC). Este tipo de publicaciones muestra historias reales, contadas por personas que forman parte de la marca, lo que refuerza la transparencia y crea una conexión emocional con el público.
Por otra parte, el comercio social o compras a través de las redes sociales también está redefiniendo la experiencia de compra. Las marcas ahora pueden vender directamente a través de publicaciones en redes sociales, eliminando barreras y haciendo que la experiencia de compra sea más fluida. Este enfoque no solo facilita las ventas, sino que también crea una conexión más directa entre la marca y el consumidor.
Contenido visual y experiencias inmersivas
El video sigue siendo el rey en el marketing digital, pero no cualquier tipo de video. En 2025, el contenido corto y directo será la norma, con plataformas como TikTok, Instagram Reels y YouTube liderando la tendencia. Captar la atención en los primeros segundos será esencial para no perder a la audiencia, y eso significa que las marcas tendrán que apostar por creatividad, dinamismo y mensajes claros.
A esto se suma la creciente relevancia de la realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR). Estas tecnologías están transformando la forma en que las personas interactúan con productos y servicios. Por ejemplo, marcas como IKEA y Sephora ya utilizan AR para permitir a sus clientes visualizar muebles en sus hogares o probar maquillaje desde sus móviles. Este tipo de experiencias inmersivas no solo captan la atención, sino que también generan confianza, ya que permiten al usuario interactuar con el producto antes de comprarlo.
Privacidad y sostenibilidad: la búsqueda del marketing ético
Finalmente, la creciente preocupación por la ética y el respeto al medioambiente va a llegar también al sector del marketing. Los consumidores esperan que las marcas sean transparentes sobre cómo manejan su información personal, por lo que las empresas que prioricen la seguridad y el respeto por los datos ganarán la confianza de sus clientes y se destacarán en un mercado cada vez más competitivo.
Pero la privacidad no es el único tema importante, ya que la sostenibilidad también está marcando la agenda de las marcas. Los consumidores buscan empresas que se alineen con valores éticos y respeten el medio ambiente demostrando un compromiso real con acciones concretas. Las marcas que integren la sostenibilidad en su ADN tendrán una ventaja significativa en términos de fidelidad y percepción positiva.