A las 12:48 horas del citado día, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias recibía una alerta en la que se indicaba que había cinco o seis personas en apuros en el mar. Fue entonces cuando la sala operativa del 1-1-2 activó los recursos necesarios, entre ellos el Grupo de Emergencias y Salvamento (GES), el Servicio de Urgencias Canario (SUC), el Servicio de Salvamento en Playas, la Policía Local, la Guardia Civil y el Consorcio de Bomberos de Tenerife.
El helicóptero del GES rescató a dos de los afectados, siendo Nicholas uno de ellos. En ese momento, el galés estaba en parada cardiorrespiratoria por ahogamiento y tuvo que ser evacuado hasta el Mirador de Callao Salvaje. Allí, el personal del SUC trató de reanimarle, sin éxito, con las maniobras correspondientes.
La familia de “Nicky”, como le llamaban sus allegados, espera recaudar fondos para poder repatriar su cuerpo y también ha comenzado a trabajar con el Repatriation Services Trust (REST), una organización benéfica que ayuda a financiar a las familias con seres queridos que han muerto en el extranjero. Asimismo, se ha iniciado una página de GoFundMe con el objetivo de recaudar 10.000 libras esterlinas.