Los hoteles de Tenerife asociados a Ashotel cerraron esta Semana Santa con datos positivos que elevan al 86,25% la media de ocupación en la Isla en el periodo comprendido entre los días 10 a 17 de abril.
Según los datos provisionales de la encuesta que realiza la patronal hotelera a través de su Observatorio de Competitividad Turística y Sostenibilidad, este dato supone ocho puntos más de las previsiones de principios de abril para este periodo vacacional.
En el caso de las demás islas de la provincia, La Palma mejoró sus previsiones y cerró la semana pasada en una media del 80,3%, tras casi dos años muy difíciles, no solo por los efectos de la pandemia en sí, sino por la posterior crisis provocada por la erupción volcánica.
La Gomera experimentó un comportamiento positivo también, con una media de ocupación del 90,6%. Finalmente, El Hierro elevó su ocupación al 83,1%, unos datos positivos que han superado las previsiones iniciales.
OPTIMISMO PRUDENTE
Los empresarios del sector analizan estos datos con satisfacción, pero prefieren ser prudentes a la hora de asegurar que el turismo ya ha recuperado cifras prepandémicas tras estos dos duros años de crisis mundial.
Ashotel recuerda que el escenario geopolítico en Europa es complicado con la guerra en Ucrania, así como algunos de sus efectos directos, como el auge de los precios de la energía, a pesar de las medidas que está poniendo en marcha el Gobierno de España para mitigarlo.
Desde la patronal destacan que estos datos se refieren a un período muy corto de tiempo (5-7 días festivos) dentro de un mes de 30 días, por lo que no se puede extrapolar el comportamiento de los mercados emisores para los siguientes meses.
Además, advierte que tras la Semana Santa la ocupación tradicionalmente cae hasta que comienza la temporada de verano, a finales de junio. Por ello, las miradas ahora están puestas en cómo se presenta el verano con los elementos externos que están influyendo negativamente sobre el sector, como el incremento de los precios de los suministros y del transporte de personas y mercancías, o la propia incertidumbre que genera la guerra en Ucrania.
Las ganas de viajar se han materializado en muchos casos, pero Ashotel considera que siempre hay que actuar con la cautela necesaria ante los nubarrones que aún circulan en el panorama internacional.