Estos rosquetes se venden en una bolsita con un lazo rojo, un elemento que, además de su sabor, los distingue de los demás. Estos dulces arrasan por donde pasan, tal y como se ha podido comprobar en las respuestas al tuit de DandocholA, pues numerosos usuarios confirman que los han comprado en la calle Castillo (Santa Cruz), Tajao (Arico), La Laguna o Candelaria, entre otros.
La usuaria @GuasiFuentes indica que “los hace una abuelita y están de vicio”, algo en lo que muchos tuiteros isleños coinciden. Incluso DandocholA, que asegura que “a mí me tienen enganchado”.