Un hallazgo arqueológico sin precedentes ha sido desenterrado en el este de Francia, específicamente en la localidad de Marliens, a unos 20 kilómetros de Dijon, lo que ha sorprendido a la comunidad científica. El equipo del Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap) ha revelado la existencia de un extenso monumento arqueológico que abarca varios períodos históricos, desde el Neolítico hasta la Edad del Hierro, lo que sugiere una ocupación prolongada de la zona por distintas culturas a lo largo de los milenios.
Este nuevo descubrimiento arqueológico se ha realizado en un área de excavación que cubre aproximadamente 60.000 metros cuadrados, en la que se han hallado múltiples estructuras y objetos de gran valor histórico. La ocupación más antigua que se ha identificado en el sitio ha capturado la atención de los arqueólogos. Se trata de un recinto en forma de herradura de unos ocho metros de largo, unido a una estructura circular de 11 metros de diámetro. Además, se ha encontrado un tercer recinto abierto, lo que indica que el complejo era más amplio y posiblemente cumplía funciones específicas aún no determinadas.
El equipo arqueológico ha señalado que este tipo de monumento es completamente inédito, ya que no existen hasta la fecha comparaciones claras con otros hallazgos similares en la región. Los arqueólogos han quedado perplejos ante la ausencia de información detallada sobre el propósito de estas estructuras, aunque han propuesto varias hipótesis que deberán ser confirmadas con más estudios.
En el análisis preliminar del sitio, los investigadores encontraron restos de pedernales tallados, lo que sugiere que estas estructuras pueden datar del período Neolítico. No obstante, el equipo del Inrap ha subrayado que aún no se puede establecer con certeza la datación del monumento. Para aclarar este punto, ya se están llevando a cabo análisis de radiocarbono, que podrían ofrecer una cronología más precisa de las fases de construcción y ocupación del lugar.
Este nuevo descubrimiento arqueológico atrae la atención del todo el mundo científico
Los arqueólogos también han descubierto una serie de artefactos debajo de un nivel superficial de tierra que ha añadido aún más complejidad al yacimiento. Entre los objetos más notables se encuentran siete puntas de flecha de sílex, dos protectores de brazo de arquero, un encendedor de sílex y una daga de aleación de cobre. Según los investigadores, estos hallazgos sugieren una posible relación con actividades funerarias o rituales, aunque por el momento no se ha confirmado si el área es un sitio de enterramiento.
Entre los objetos recuperados, uno de los elementos más intrigantes es un brazalete con rastros de óxido de hierro, lo que indica la presencia de pirita, un mineral esencial para encender fuego. Esta serie de hallazgos es extremadamente significativa desde el punto de vista arqueológico, ya que ofrece una visión más clara de las prácticas culturales de las sociedades que habitaron la región. Los arqueólogos esperan que el análisis detallado de estos artefactos proporcione pistas sobre los intercambios comerciales y las tecnologías utilizadas durante la Edad del Bronce.
El complejo arqueológico ha revelado también la existencia de varios pozos que datan de la temprana Edad del Bronce, alrededor del 3000 a.C., lo que añade una capa adicional de información sobre la evolución del asentamiento. Estos pozos podrían haber sido utilizados tanto para el abastecimiento de agua como para actividades agrícolas, lo que sugiere un uso intensivo y continuado del sitio a lo largo de los siglos.
Uno de los aspectos más relevantes del descubrimiento es el hallazgo de un cementerio antiguo, que está siendo estudiado minuciosamente por los arqueólogos. En este espacio funerario, se encontraron seis cremaciones que datan de la Primera Edad del Hierro, un período comprendido entre 1200 a.C. y 550 a.C. Los restos óseos fueron hallados en urnas cubiertas por tapas, que contenían además adornos personales, como pulseras y anillos de aleación de cobre y hierro. Estos objetos funerarios sugieren que las cremaciones pertenecían a individuos de alto estatus dentro de la sociedad de la época.
Los arqueólogos están realizando análisis detallados de los huesos cremados para obtener una mejor comprensión de las prácticas funerarias y culturales de la población que habitó la zona en ese momento. El estudio de estos restos óseos, junto con los artefactos encontrados, permitirá a los investigadores reconstruir aspectos clave de la vida diaria y las creencias religiosas de estas antiguas civilizaciones.
El descubrimiento arqueológico en Marliens ha dejado a los expertos con numerosas preguntas sobre el significado y el propósito de estas estructuras monumentales. ¿Fueron utilizadas como espacios rituales, centros de reunión comunitaria o tenían alguna función defensiva? Aunque los arqueólogos aún no pueden ofrecer respuestas definitivas, están convencidos de que este sitio podría aportar información valiosa para comprender mejor la evolución de las culturas prehistóricas en Europa occidental.
Este yacimiento arqueológico es uno de los más extensos y fascinantes que se han descubierto en los últimos años en Francia. La diversidad de los artefactos y la amplia cronología que abarca el sitio ofrecen a los investigadores la oportunidad de estudiar una amplia gama de aspectos relacionados con la historia humana, desde la tecnología de herramientas y armas hasta las creencias espirituales y las prácticas funerarias.
Los trabajos en el sitio arqueológico de Marliens continúan, y los arqueólogos esperan que los estudios en curso revelen más información sobre cómo se desarrolló la vida en este lugar a lo largo de los milenios. El descubrimiento de este monumento arqueológico abre una nueva ventana al pasado y promete ofrecer nuevas perspectivas sobre la interacción de las antiguas sociedades con su entorno y con otras culturas de la región.