Los electrodomésticos, esos compañeros silenciosos que nos ayudan a realizar tareas y facilitan nuestra vida diaria. Algunos están destinados a la limpieza y la cocina, formando parte de la llamada «línea blanca». Entre ellos, encontramos la estufa, la lavadora, el refrigerador, el horno y otros más. Su función es imprescindible para mantener nuestro hogar en orden y hacer nuestras labores más ágiles y sencillas.
Por otro lado, están los dispositivos de la «línea marrón», como la televisión, la consola de videojuegos, la computadora, el teléfono fijo y los asistentes virtuales. Estos aparatos nos brindan entretenimiento y satisfacen nuestras necesidades de imagen y sonido. Aunque su función no está ligada a la limpieza o la cocina, son igualmente importantes en nuestras vidas modernas.
Sin embargo, el uso de estos electrodomésticos conlleva un gasto de energía, y algunos de ellos consumen más que otros. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) señala que el refrigerador es el principal consumidor de energía entre todos los electrodomésticos. Aunque puede que no lo percibamos, este aparato funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que representa aproximadamente el 30% del consumo eléctrico mensual. Para optimizar su funcionamiento y ahorrar energía, es recomendable mantener la estufa alejada del refrigerador, ya que el calor generado por la estufa puede hacer que el refrigerador trabaje más para mantener su temperatura interna.
La televisión es otro de los electrodomésticos que eleva nuestro gasto energético. El simple hecho de encenderla o dejarla en modo de espera consume energía. Representa alrededor del 12% del gasto energético total de un hogar. Para ahorrar energía, es aconsejable apagar la televisión cuando no la estemos usando, en lugar de dejarla en espera.
La lavadora también entra en la lista de los electrodomésticos que generan mayor consumo eléctrico. Su funcionamiento requiere una potencia significativa, lo que la convierte en uno de los aparatos más demandantes energéticamente. Representa hasta el 11% del gasto eléctrico total. Para reducir su consumo, es fundamental asegurarnos de que la lavadora esté funcionando correctamente y darle el mantenimiento adecuado. Además, es recomendable aprovechar al máximo cada ciclo de lavado, evitando las cargas pequeñas y utilizando cargas completas para ahorrar agua y energía.
Tener en cuenta estos consejos y ser conscientes del consumo eléctrico de nuestros electrodomésticos puede ayudarnos a ahorrar energía y, en consecuencia, reducir nuestras facturas. Además, contribuir al cuidado del medio ambiente es una responsabilidad que todos podemos asumir desde nuestro hogar. Así que la próxima vez que utilices tus electrodomésticos, recuerda hacerlo de manera consciente y responsable. Tu bolsillo y el planeta te lo agradecerán.