Como ya adelantó el pasado mes de diciembre en Infopuertos, el futuro de Naviera Armas Trasmediterránea tal como la conocíamos era muy incierto. Ahora, tras años de tiras y aflojas, de crisis, pérdidas, amputaciones de algunas de su líneas que pasaron a la italiana Grimaldi, parece que se despeja su futuro.
Lo bonitas, propietarios de la deuda optan por hacerse con el control de la compañía, dejando fuera a la familia Armas, al menos, dejándola fuera del control de la naviera. El objetivo, al menos previsible, es que se produzcan cambios en su estructura directiva y se someta a la compañía a un lavado de cara para colocarla de nuevo en el mercado a la venta.
El Banco JP Morgan junto con Barings, Cheney Capital y Bain se hace con el control de la compañía, incluyendo las acciones que aún quedaban en manos de los herederos de Armas. Además, Manuel Betancort, consejero vinculado a Armas desde hace muchos años ha salido de la dirección, no sin tener un conflicto con los bonistas, según publica El Confidencial.
En el candelero siguen al acecho los compradores potenciales, Grimaldi, Baleària, Boluda, GNV, MSC, principalmente, sin descartar otros.
El Confidencial, ha informado de este paso, en el que «JPMorgan, Barings, Cheney Capital y Bain Capital se convertirán en los accionistas mayoritarios de Naviera Armas Trasmediterránea, la mayor compañía marítima española de transporte de pasajeros. Los cuatro fondos de private equity han acordado recapitalizar el grupo canario para solucionar sus urgentes problemas de liquidez, que habían puesto en riesgo el cumplimiento de sus obligaciones con los acreedores, los proveedores y los 2.000 empleados».
«A falta del cierre de los últimos flecos, estos fondos de capital riesgo, que ya rescataron en 2021 a Armas Trasmediterránea, aportarán cerca de 50 millones y condonarán parte de los 375 millones de deuda que atesoran. En la anterior refinanciación, estos acreedores facilitaron a la compañía canaria 100 millones de liquidez y otros 70 para financiar el capital circulante. En total, 170 millones que, junto con la conversión en acciones de bonos por 250 millones, les dieron la titularidad del 49% de los derechos políticos (acciones Clase A) y cerca del 60% de los derechos económicos (Clase B)», explica El Confidencial.
Queda aún un largo entramado de sociedad que desenmarañar: Terminales Marítima Armas, S.L.; Marítima de las Islas, S.L.; Anarafe, S.L.; Marítima de Barlovento, S.L.; Marítima de Sotavento, S.L.; Naviera de Jandia, S.L.; Estudios y Consignaciones, S.L.; Bahía de Las Isletas; y esa supuesta propiedad de 5 de los barcos de la compañía que la familia Armas mantiene en propiedad y arrienda a la naviera.
Sea como fuera, parece que queda poco para que Naviera Armas Trasmediterránea, aún manteniendo su nombre y sin desmembrarse en trozos, deje de ser esa compañía canaria fundada en 1941 con barcos de casco de madera, veleros y motoveleros, que llegó a tener más de 50 buques en su flota, y rutas en Canarias, sus de la Península, norte de África y Baleares.