Por Antonio Rodriguez. | Una de las empresas más icónicas de nuestras islas es Naviera Armas, todos la conocemos por sus ferris para viajar entre islas y a la península, pero la pasada semana Naviera Armas pasó casi íntegramente a manos de sus acreedores, JPMorgan, Barings, Bain Capital y Cheney Capital, que se hicieron con más del 85% de las acciones cambiando deuda por acciones, dejando fuera definitivamente a los herederos de la compañía.
En la parrilla de salida de empresas que están interesadas en adquirir la empresa son las navieras Baleària, Boluda, Grimaldi con su filial Trasmed y MSC con su naviera GSV.
Las noticias filtradas que hemos leído últimamente sobre el interés de Baleària en el negocio de Canarias son sólo una cortina de humo que probablemente tiene dos objetivos. El primero sin lugar a dudas es desviar la atención del verdadero objetivo de la naviera Baleària, que es hacerse fuerte en el Estrecho ante todos sus competidores que no son poco, donde además algunas fuentes dan por cerrado un acuerdo directa o indirectamente con FRS.
El Grupo FRS Iberia anunciaba de manera oficial hace un mes la búsqueda de inversores para ampliar su capacidad en las rutas del Estrecho a través de la firma Lincoln Internacional, proceso que aparentemente ha atraído el interés no solo de Baleària, sino también de una naviera marroquí, así como de Grimaldi, Boluda y GNV. FRS cuenta con una importante cuota de mercado en el tráfico del Estrecho, operando tres rutas con siete buques (5 en propiedad y 2 fletados).
El segundo objetivo y más importante de estas filtraciones sobre el interés en la compra probablemente es incrementar el valor de Naviera Armas Trasmediterránea para ponérselo más difícil a sus competidores. Lo que sabemos seguro es que esta empresa ya está en manos extranjeras y que muy pronto pasará a formar parte de otra naviera para hacer las rutas que tenía.