Cuatro de la madrugada del día de Año Nuevo: la Policía Local de Cehegín recibe una inquietante llamada desde el centro de salud de esta localidad -situada en el noroeste de la Región de Murcia-. Un paciente se está devorando a sí mismo y el personal sanitario no puede contenerlo.
La situación es de máxima urgencia y una patrulla se persona de inmediato en las instalaciones de Atención Primaria. Cuando la pareja de agentes se adentra en una de las consultas no da crédito a la escena: un ciudadano de nacionalidad marroquí, de 30 años, está totalmente ido, solo grita, y se recrea lamiéndose las heridas que se ha autoinfligido a base de mordiscos.
Uno de los policías locales le tiene que sujetar por el cuello para evitar que sigue propinándose bocados a sí mismo, mientras que el otro agente le espeta al paciente: ‘Tranquilízate. Estate tranquilo’. EL ESPAÑOL ha tenido acceso a los vídeos realizados para dejar constancia de lo sucedido en el centro de salud y analizar qué tipo de sustancia estupefaciente pudo consumir este treintañero para mostrar semejante conducta caníbal.
La grabación prosigue con los agentes separándose con cuidado del paciente para preguntarle si quiere que le curen los médicos, pero el ciudadano marroquí se incorpora de la camilla y empieza a tragarse su propia sangre disfrutando de ello. «Lo tuvieron que atar el personal del centro de salud», explican fuentes ligadas a la investigación, sobre la medida drástica que adoptaron los sanitarios para curar las heridas a este ciudadano.
Las pesquisas investigadoras desarrolladas hasta ahora han permitido confirmar que el paciente no llegó por su propio pie al servicio de urgencias, sino que fueron los familiares quienes le llevaron al centro sanitario al ver las heridas que se había autoinfligido. «El chico iba bajo los efectos de alguna droga, se provocó sus heridas, y su reacción era comerse su propia sangre», tal y como confirman a este diario fuentes ligadas a la investigación de este «posible caso de droga caníbal».
Esta sustancia conocida técnicamente como MDPV (metilendioxipirovalerona) tiene unos efectos diez veces más potentes que la cocaína y circula bajo la apariencia de sales de baño. Fue incluida en el Plan Nacional sobre Drogas en el año 2011, dentro del listado de drogas emergentes, entre los derivados de las anfetaminas por su composición química y su capacidad alucinógena.
La droga caníbal es una sustancia sintética que provoca una gran excitación del sistema nervioso, taquicardias, palpitaciones, hipertensión, alucinaciones, y puede generar una agresividad tan extrema en sus consumidores que pueden llegar a morderse y a mutilarse a sí mismos, incluso al suicidio y a atacar salvajemente a otras personas. De hecho, algunos de esos efectos era los que supuestamente presentaba el joven marroquí atendido en el centro de salud de Cehegín.