Se llama Gerry Hutch, tiene 58 años y es conocido en Irlanda como “the Monk” (“el Monje”). Se trata de uno de los delincuentes más buscados en su país, líder de una banda criminal al que se le acusa de asesinato y que recientemente ha sido detenido en Fuengirola (Málaga) por la Guardia Civil, tras pasar primero por Lanzarote.
De su arresto ha informado este martes la Dirección General del instituto armado en un comunicado en el que resalta que, según la Garda Siochana (Policía irlandesa), el detenido formaba parte del clan familiar conocido como Kinahan, autor de varios delitos tanto en Irlanda como en la Costa del Sol española.
Tras una disputa interna se produjo una escisión dentro del clan y surgió otro grupo criminal dirigido por Hutch, que entabló una feroz guerra contra su banda rival que ha dejado cerca de una veintena de fallecidos de ambos bandos entre Irlanda y España.
Un enfrentamiento que se endureció aún más cuando el sobrino de Hutch fue asesinado en 2015 en la localidad malagueña de Mijas, en una acción de la que el detenido culpó al clan Kinahan.
Las autoridades irlandesas consideran a Hutch responsable de los hechos ocurridos en el hotel Regency de Dublín en 2016. Hombres de su banda, disfrazados de policías, asesinaron con armas de guerra a un miembro del clan rival durante el pesaje previo a un combate de boxeo, en un claro ajuste de cuentas.
El hermano de Hutch, Eddie, fue acribillado a tiros ese mismo año.
DE LANZAROTE A FUENGIROLA
Según han explicado a Efe fuentes de la investigación, la Policía irlandesa se puso en contacto con el Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil para coordinar la búsqueda de Hutch, ya que sospechaban que había huido a España.
Hutch estaba acusado de asesinato en su país, que activó una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE).
Las pesquisas llevadas a cabo ubicaron al fugitivo en Lanzarote, pero dos días antes de que los agentes de la UCO acudieran, Hutch cogió un vuelo a Málaga con billete de vuelta, que no llegó a utilizar.
Además, como comprobaron los investigadores, dejó de operar con su tarjeta de crédito y cuentas bancarias y realizaba los pagos en metálico. En abril se le perdió el rastro.
Con la información aportada por la Garda Siochana, los agentes de la UCO fueron cercando al huido, con un seguimiento a su mujer y a su círculo de amistades.
Tras diversas pesquisas, los agentes le localizaron en la terraza de una vivienda de un bloque de pisos de la plaza de la Constitución de Fuengirola.
Allí residía pero contaba con una red logística que le proveía de lo necesario para no tener que salir de su escondite.
Sometido a una estrecha vigilancia, el pasado jueves los agentes observaron cómo salía de su domicilio y caminaba por las concurridas calles del centro de la localidad malagueña.
Iba muy centrado en su seguridad y realizaba numerosas paradas y cambios de marcha. Finalmente entró en un conocido restaurante para comer con su mujer y cuando estaba mirando la carta, fue detenido por los agentes de la Guardia Civil.
En el momento del arresto portaba un pasaporte falso de Croacia, han indicado las mismas fuentes.
Las autoridades irlandesas emitieron una Comisión Rogatoria Internacional para solicitar la práctica de una entrada y registro en la vivienda de Fuengirola, que se llevó a cabo el pasado viernes, día 13.
Además del Equipo de Huidos de la Justicia de la UCO han colaborado en el operativo la Garda Siochana y Europol, así como el Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil en el momento de la detención y diferentes unidades de la Comandancia del instituto armado en Málaga.
El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional en funciones de guardia, que decretó su ingreso en prisión.