El Síndrome de la Isla puede suceder en varias circunstancias. Por lo que cuando menos lo esperamos, podemos comenzar a sentir ciertos síntomas que nos hacen pensar que algo ocurre en nuestro cuerpo. Pero no tiene por qué ser él sino que también es nuestra mente quien nos puede jugar una mala pasada.
Ya sabemos que nuestra mente es una de las armas más poderosas y por eso, debemos intentar entender de qué se trata el Síndrome de la Isla y como tal, intentar evitarlo de la mejor manera posible con una serie de consejos o pasos a dar. ¿Quieres saber cómo?
Qué es el el Síndrome de la Isla
Como antes mencionamos, es cierto que este tipo de síndrome puede aparecer en diversos momentos de nuestra vida. Por un lado, podemos decir a grandes rasgos que se trata del miedo a perder el espacio personal o sentirse arrinconado. Por ello, hay que destacar que puede aparecer cuando una persona teme al compromiso. Porque eso implica que debe dejar de lado ciertas actitudes o momentos para tener que compartirlos. Si bien muchas personas optan por ello, hay otra parte que realmente intenta escapar.
Pues algo similar ocurre cuando se vive en espacios pequeños, rodeados de agua como una isla. Como sucede en Las Palmas de Gran Canaria, por ejemplo. Este síndrome puede aparecer en este sentido, por verse un tanto arrinconados sin poder tener una libertad plena sino limitada por el terreno. Aunque lógicamente el terreno también será suficiente para poder hacer diferentes planes y dar portazo a este tipo de dolencias.
Cómo podemos evitar el síndrome: Tener una casa más amplia
Para no intentar pensar en el espacio limitado y para no tener la necesidad de salir de la isla, entonces siempre hay algunos consejos que podemos seguir de una manera más sencilla. Siempre que puedas, no está de más el poder elegir una casa más amplia. Porque si te ves rodeada o rodeado de más habitaciones o de un espacio en forma de jardín, no te verás tan limitado. Tu mente necesita espacio, y de manera literal. Es algo con lo que debemos lidiar, sino la ansiedad puede ocupar toda nuestra cabeza y ya sabemos que será más complicado el poder escapar de ella. En zonas tan especiales como Santa Cruz de Tenerife tenemos grandes oportunidades y con ellas, viviendas que pueden hacer tu sueño realidad. Con habitaciones más amplias, podrás verte mucho más cómodo que nunca y seguro que vivirás una vida más intensa si lo piensas de este modo.
Disfrutar más de los espacios abiertos
Si tienes una casa con jardín, por muy pequeño que este sea, sin duda es uno de los mejores recursos para disfrutar del aire libre. Porque, por si no lo habías pensado, los espacios abiertos favorecen la relajación, porque evita los nervios y mantiene que estemos más tiempo tranquilos. Además hace que nuestra concentración sea mucho mejor, así como el estado de ánimo en general. Ya que hasta puede hacer que mejore nuestra calidad del sueño. Así que, por todo ello, los espacios abiertos son de lo más necesarios. No podemos quedarnos siempre entre cuatro paredes porque tendrá el efecto totalmente contrario para nuestra salud y mente, como bien hemos comentado antes. De ahí que debamos repartir el tiempo, para poder disfrutar de todos los entornos, de todos los que nos hagan bien. Cuanto más cerrados estemos en casa, peor será y es cierto que en ocasiones por cuestiones de trabajo no siempre podemos llevar a cabo los planes que queremos, pero realmente sí es mejor equilibrar el tiempo y hacer cambios para que la rutina no se nos eche encima.
Realizar viajes
Aunque tengamos ese espacio abierto en nuestro hogar o alrededores, lo mejor es que de vez en cuando podamos realizar algún que otro viaje. Solo así nuestra mente también se despejará de raíz. El cambiar el ambiente de siempre por uno diferente es lo que hace que nos enfoquemos en las pequeñas cosas, nuestra mente pueda eliminar todo pesar y quedarse con lo bueno. Los viajes producen felicidad y es una de las mejores maneras de invertir el tiempo así como el dinero. Alejan el estrés del día a día, la ansiedad y como resultado mejorará el ánimo. Por lo que ya solo por eso sabemos que debemos planear ciertos viajes. No hace falta que sean demasiado lejos, pero sí que aunque estemos ligeramente limitados, siempre habrá algún rincón para descubrir. ¡Hasta notarás que la salud mejora a pasos agigantados!
Estar rodeado siempre de la gente que nos motive
La gente que nos motiva es todo un tesoro. Porque también nos ayudarán a que nuestro ánimo cambie de manera radical. Así que, además de la casa amplia, de los viajes y de los espacios abiertos, la familia o los mejores y grandes amigos, tienen que estar muy cerca. Realmente nos aportan diversión, mejoran la salud tanto del cuerpo como de la mente, porque nos harán hablar y nos escucharán en todos los problemas que podamos tener. De ahí que el Síndrome de la Isla no pueda ni aparecer. Sino que en lugar de él, tendremos más estabilidad emocional. De ahí que no debes dejar de lado las personas que siempre han estado a tu lado ayudándote y que lo seguirán haciendo en momentos así.
Creer en uno mismo y sentirse seguro
Para dar el paso, lo mejor es creer en uno mismo. Los cambios no tienen porqué ser para mal, sino todo lo contrario. Ayudará mucho el sentirnos seguros, el poder buscar todas las alternativas que hemos mencionado para evitar el Síndrome de la Isla. Ya que sabido que cuando uno cree en sí mismo antes que en nadie más, las cosas se podrán llevar a cabo. Pero es cierto que no siempre se puede planificar cómo nos gustaría. Así que lo mejor es centrarnos en el presente y no planear lo que se nos escapa de las manos de cara al futuro. ¡Ahora ya sabes más sobre el Síndrome y cómo poder evitarlo o solucionarlo!