Debido a que el estado de alarma ha supuesto la suspensión del derecho a la libre circulación de las personas, son ahora los animales quienes aprovechan la cuarentena para reconquistar las ciudades. Y es que una manada de delfines sorprendió ayer por la tarde a los vecinos de Radazul, en el municipio tinerfeño de El Rosario, mientras nadaban bordeando su costa.
«¡Qué precioso!», se escucha en la grabación que recoge el espectacular momento. Según las imágenes, podría tratarse de más de un veintena de estos cetáceos que, debido a la inactividad de los barcos de recreo, campan a sus anchas regalando estos deleites.
Una excepcionalidad que hace reflexionar a más de uno acerca del mundo que estamos dispuestos a recuperar después de la pandemia de coronavirus.