El Gobierno británico aconsejó ayer no viajar a España incluyendo a las Islas y ratificó su cuarentena obligatoria, lo que aboca al Archipiélago canario al peor escenario económico. Pedro Sánchez, las autoridades isleñas y las aerolíneas inglesas emplazan a Johnson a rectificar.
Fracaso absoluto de la diplomacia española. Tras todo un día de negociaciones entre las autoridades españolas y británicas, con la intención de que se suavizara la restricción para Baleares y Canarias y se las exceptuara de la aplicación de la cuarentena, el resultado fue, precisamente, el contrario: el endurecimiento de las medidas.
A media tarde de ayer, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido actualizó sus recomendaciones de viaje y, en lugar de suavizar los trayectos a Canarias y Baleares, desaconsejó visitar los dos archipiélagos, además de la España peninsular, por el riesgo de Covid-19 en varias zonas, en especial Aragón, Navarra y Cataluña.
En su página web, el Foreign Office precisa que la recomendación cubre “todo el país”. Hasta ayer a las 18.00 horas, las islas estaban exentas, al presentar menos incidencia del virus.
Este cambio de posición se produce cuando el Gobierno británico y el español estaban en plenas conversaciones para crear posibles corredores aéreos entre las islas y el Reino Unido, y las aerolíneas británicas habían asegurado que mantendrían sus vuelos con Canarias y Baleares. Ahora todo esto está en el aire.
Tras conocer este anuncio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, declaró en una entrevista en Telecinco que “la de Londres es una decisión desajustada” y reclamó a Reino Unido que rectifique “con criterios epidemiológicos”. Sánchez reconoció que la cuarentena impuesta por el Gobierno de Boris Johnson es “un mazazo”para el sector del turismo, “que ha hecho enormes esfuerzos en este tiempo, un ejercicio de responsabilidad para mandar un mensaje de seguridad”. De hecho, a diferencia de lo que hizo su portavoz de Sanidad, Fernando Simón, sugirió que los británicos están “más seguros” en Baleares, Canarias, Andalucía o la Comunidad Valenciana que en su país.
El presidente atribuye esta decisión a que Londres está “enfocando mal” la medida, “porque más del 64% de los nuevos casos en España se están dando en territorios concretos” y se negó a vincular esta decisión del Gobierno de Boris Johnson ni al brexit ni a la reunión de la ministra González Laya con Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar, la pasada semana en Algeciras.
PREOCUPACIÓN MÁXIMA
Sea como fuere, esta decisión que, por el momento, parece irrevocable ha sentado como un jarro de agua fría al sector empresarial de la Isla, que empezaba a levantar cabeza. Su preocupación “es máxima”.
El secretario general de la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (CEOE-Tenerife), Eduardo Bezares, advirtió que esta decisión dificultará la recuperación económica de las Islas “y nos acerca a los peores temores cuando presentamos el último informe de coyuntura económica: al tercer escenario que llamanos aislamiento y decadencia”. Según el informe, la recuperación económica en este tercer escenario no se iniciaba antes del otoño, que es lo que previsiblemente ocurrirá, si continúa este veto; y esto supondrá “cotas de desempleo nunca antes vistas”, del 45% al 60%.
Bezares indicó, además, que esta situación de incertidumbre puede “desincentivar” a otros turistas de otros países emisores a visitar las Islas.
De la misma opinión se mostró ayer el presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, que advirtió que se está “poniendo en peligro toda la cadena de valor del sector y la recuperación económica de las Islas”. Explicó que en las últimas previsiones de crecimiento, Canarias iba más lenta porque el turismo iba más lento; “ahora esto impedirá que crezcamos más rápidamente”.
Sesé indicó que todo el sector había puesto “mucha ilusión” en reabrir los hoteles “y ahora esto se ha truncado”. El presidente de la Cámara aseguró que esta medida, además, provocará un efecto contagio de otros destinos, y aseguró que lo más probable es que las aerolíneas dejen de volar a las Islas, muchos hoteles vuelvan a cerrar y los que tenían pensado abrir en agosto, no lo hagan. “Tengo conocimiento de algunas aerolíneas que hoy ya han suspendido los vuelos”. Hay que recordar que el Gobierno de Canarias ha asegurado que están en juego 250 vuelos semanales con Reino Unido. Para el presidente de la Cámara, las declaraciones del portavoz de Sanidad, Fernando Simón, han sido de lo más “desafortunadas” y espera que estas no tengan que ver con el anuncio del Gobierno británico, que fue justo después. “Lo que toca ahora”, declaró, “es una negociación diplomática para que Canarias pueda salvar la temporada de verano”.