La Dirección General de Tráfico ha avisado, a través de sus redes sociales, de la última estafa enviada por una dirección de correo electrónico que se hace pasar por el organismo. El mail, firmado por la DGT y el Ministerio de Interior, -en el que se indica el nombre del conductor y el modelo de vehículo- informa de una infracción de tráfico. Como asegura el correo enviado, la cuantía de la misma asciende hasta más de los 1.500 euros. Además, junto a toda la información aparece el enlace para poder leer la denuncia. Es en ese momento, al pulsar el link es cuando los ‘hackers’ hacen su trabajo.
Se trata de una nueva técnica de ‘phishing’ para hacerse con todos los credenciales almacenados. Además, el mensaje -cuidado al detalle- ofrece una apariencia totalmente verdadera. El problema viene cuando se pulsa para observar la denuncia interpuesta, ya que se descarga un ‘malware’. El virus se apropia de todas las contraseñas guardadas en el dispositivo móvil o en el ordenador. Ante la oleada de quejas que ha recibido la DGT, el organismo ha querido afirmar, a través de sus redes sociales, de que se trata de una nueva forma de timo. «Cuidado, este mensaje que algunos habéis recibido en vuestro correo electrónico es falso, ‘fake’. La DGT nunca notifica de esta manera. Solo si te has dado de alta en la Dirección Electrónica Vial podrías recibir un aviso de notificación al que accedes con tu identificación. Y nunca se incluye un enlace de descarga a las sanciones», han explicado.
Poder dilucidar si el correo es fake o no es sencillo. ¿La principal? La DGT no comunica las infracciones de tráfico a través del mail. Esto no se produce bajo ningún concepto, ya que se realiza por el método tradicional y se envían por correo certificado. Por tanto, cualquier correo que que entre en la bandeja de entrada se trata de un intento de ‘phishing’. Es decir, un entorno web con la misma apariencia de la oficial, con el único objetivo de conseguir hacerse con las contraseñas.
Aun así, para confirmar si la multa es real o no, existen dos maneras de certificarlo. La primera, es comprobar si la dirección de correo es la oficial de la Dirección General de Tráfico. La segunda recomendación es acceder directamente a la web de la DGT para poder comprobar si existe tal multa. Este tipo de timos cada vez están más extendidos y se trata de una manera habitual de hacerse con los datos personales.