El cuerpo del empresario Ángel Ferrera, que falleció el pasado lunes en Las Palmas de Gran Canaria a los 79 años, permanece en las dependencias del Instituto de Medicina Legal después de que la Justicia exigiera que se le practicara una autopsia, según adelanta el diario Canarias Ahora.
Ferrera padecía un cáncer de pulmón desde hacía años y esa fue la causa oficial de la muerte, certificada por un médico. Cuando se organizaba su traslado al tanatorio, donde su viuda había dispuesto que se realizara la incineración, sus hijas cursaron la petición.
El empresario grancanaria obtuvo la Medalla de Oro de Canarias (2007) y la distinción de Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria (2013). El presidente autonómico, Ángel Víctor Torres, expresó en su momento su pesar por el fallecimiento, que considera “una pérdida irreparable del empresariado canario”.