La incapacidad de los tinerfeños para frenar el avance de la pandemia ha colocado a esta Isla al borde de volver a ser confinados durante las próximas Navidades, lo que implicaría un nuevo golpe al ya extenuado tejido empresarial isleño, por no hablar de sus nefastas consecuencias a la hora de reactivar el turismo.
Ante la evidencia estadística, el Gobierno de Canarias se vio ayer forzado a tomar medidas drásticas, como son el toque de queda nocturno, que por ahora durará una semana, o la limitación de los componentes de una reunión social a tan solo cuatro personas.
Para el presidente regional, Ángel Víctor Torres, está claro que “tenemos que hacer un esfuerzo para que estas medidas, que son drásticas y que afectan a sectores económicos, sean cumplidas por la ciudadanía en Tenerife”. A este respecto, cabe recordar que cuando Gran Canaria vivió una situación similar hace unos meses, una de las medidas que dieron sus frutos fue una política de mano dura a la hora de sancionar a los infractores, especialmente en las zonas donde el coronavirus se hacía más fuerte gracias a un factor que nadie discute ya como principal origen de contagios, como son los encuentros sociales. Torres recordó que ahora entramos en un puente y que pronto llegarán las fiestas navideñas, por lo que el presidente apeló a “la concienciación ciudadana y a la responsabilidad individual y colectiva, pidiendo a los tinerfeños que no entiendan que estas nuevas normas se hacen contra nadie, sino a favor de la salud de los isleños, y del presente y futuro social y económico”.
Tratándose de Tenerife, la referencia política pasa por el Cabildo, cuyo presidente, Pedro Martín, se mostró ayer “preocupado” por la evolución de la pandemia de coronavirus en Tenerife, pues “ha ido empeorando” y las medidas tomadas por el Gobierno de Canarias “no han dado fruto”, por lo que asume y respalda el endurecimiento de las mismas, así como sancionar más a quienes no respetan las normas. “Está en juego la economía y por encima de todo la salud de los ciudadanos”, destacó Martín. “Los que no cumplen las normas ponen en peligro a todos” y “retrasan” la reactivación económica, por lo que ha apelado a evitar las aglomeraciones, el correcto uso de las mascarillas y respetar las restricciones en las reuniones. “Nos estamos jugando mucho”, recordó.
Tenerife cuenta hoy con las peores cifras epidemiológicas del Archipiélago, con 3.057 casos activos de los 4.259 en toda Canarias. Según la normativa estatal, la Isla ya está en riesgo alto tanto en la incidencia en mayores de 65 años como en contagiados en la UCI.
La pelota sigue estando en el campo de cada tinerfeño. O se frenan los contagios o las restricciones seguirán en aumento mientras que el resto de canarios avanzan en la recuperación de la normalidad.