El Gobierno canario ha decidido este viernes poner a Tenerife en el máximo nivel de alerta por covid-19, el 4 (semáforo marrón), pero con medidas menos restrictivas que las que soportó en verano cuando pasó por la misma situación, teniendo en cuenta el impacto favorable de las vacunas.
El consejero de Sanidad, Blas Trujillo, ha detallado que se toma esa medida porque la isla más poblada de Canarias presenta indicadores preocupantes, como estos dos: el 26 % de las camas de UVI están ocupadas por pacientes covid, y el 28 % de las pruebas diagnósticas de coronavirus que se hacen en Tenerife dan positivo.
También cambian de nivel por la mala evolución de la pandemia en sus territorios La Palma y Lanzarote, que pasan de alerta 2 (semáforo ámbar) a 3 (semáforo rojo), situación en la que ya estaban -y continúan- Gran Canaria y Fuerteventura. Por su parte, El Hiero y La Gomera se mantienen en nivel 2 (semáforo ámbar).