Un agente de la Policía argentina fue detenido a principios de esta semana acusado del asesinato de su expareja Úrsula Bahillo, de 18 años, localizada muerta en un paraje rural de un municipio de Buenos Aires. La autopsia reveló que el cuerpo presentaba varias puñaladas y fue degollado. Al parecer, el acusado tenía antecedentes psiquiátricos y había sido denunciado por amenazas y violencia machista.
Según declaran los familiares de la joven fallecida al Canal 13, había demandado ante las autoridades al policía, quien se saltaba las medidas preventivas de alejamiento. «No tuvimos apoyo de nadie», afirma la madre de Úrsula.
Tras el hallazgo del cuerpo sin vida, algunos medios locales se han hecho eco de los audios de la víctima, quien reconocía sentirse atemorizada: «No doy más, amiga, no doy más. Te juro que estoy muy triste». «Amiga, me dijo que me va a matar», se escucha en la grabación a una Úrsula desesperada. «Me quiero ir de acá, amiga, tengo mucho miedo», dice.
El fiscal de la causa ya ha reconocido en declaraciones al canal TN que la justicia «actuó mal» y «faltan más herramientas» para luchar contra la violencia de género.