“Disponemos hoy de 5.000 camas turísticas, el cuarto municipio en la isla de Tenerife, y sin embargo no tenemos playas”, lamenta el alcalde de San Miguel de Abona, Arturo González.
“San Miguel lleva reclamando esa playa demasiados años y la solución depende de Madrid. El proyecto está hecho y aprobado por la Dirección General de Costas, a la espera de que se tramite el impacto ambiental, una vez se disponga de financiación”, señala González, quien avanza que “con el apoyo del Cabildo y de promotores de la zona hay un compromiso de financiación”.
Según el alcalde, “no podemos seguir esperando a esa playa de San Blas mientras seguimos viendo que nuestros vecinos y nuestros turistas tienen que irse a Adeje o Arona a bañarse”, recordando que su municipio dispone de cuatro kilómetros de litoral, entre Los Abrigos y Costa del Silencio, “pero ninguna playa”.
Una playa a la que se añadiría la zona de baño de San Salvador, junto a Marina San Miguel, “que hemos limpiado y que podemos acondicionar si Costas no los permite”, afirma Arturo González.
Costas ya sacó a exposición pública el proyecto y el correspondiente estudio de impacto ambiental de la regeneración y acondicionamiento del paseo y la playa de San Blas, con un presupuesto base de licitación de 3.348.756,09 euros.
La obra, además del machaqueo del callado, consiste en un dique sumergido como prolongación de la punta natural del Jurado Grande con una longitud de 85 metros y 6 metros de ancho, aunque antes se hará uno de carácter provisional de una longitud de 110 metros y 10 de ancho.
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