Nueva Canarias (NC) definió ayer su propuesta para la reforma del sistema electoral canario: ampliar 15 escaños el Parlamento canario (elevando de 60 a 75 la cifra de diputados), de modo que Tenerife y Gran Canaria tengan 7 más y Fuerteventura incremente uno, así como una única barrera insular del 5% de votos para poder optar a tener representación en la Cámara.
Así lo explicó a este periódico el diputado de NC Luis Campos, quien, como además afirmó ayer en la comisión parlamentaria de estudio sobre la reforma electoral, expresó la disposición de su partido a buscar puntos de encuentro. Tal es así que incluso afirmó que, llegado el caso, aceptaría la fórmula incluida en el proyecto de reforma del Estatuto de Autonomía de Canarias a trámite en las Cortes (consensuada en su día entre CC y PSOE), es decir, una nueva circunscripción regional para elegir a 10 diputados y rebaja de las barreras a la mitad (la regional del 6% al 3% y la insular del 30% al 15%).
No obstante, Campos advirtió de que, a diferencia de ese proyecto de ley, tal lista regional tendría que entrar en vigor para las elecciones autonómicas de 2019, mediante su inclusión en una disposición transitoria, independientemente de que luego el Parlamento canario defina por una ley el sistema electoral. Y es que, como sub-rayó el diputado de NC, el actual lleva siendo transitorio en la Carta Magna canaria desde hace más de tres décadas. “Ahora tenemos una oportunidad histórica, y estamos llegando al momento determinante, la hora de la verdad, pues se están a punto de finalizar las comparecencias en la comisión de estudio y en las Cortes se va a cerrar el plazo de enmiendas al nuevo Estatuto”, expuso el parlamentario de Gran Canaria.
En su propuesta de sistema electoral, NC prefiere además que los nuevos 15 diputados sean de asignación directa (en la proporción antedicha para las islas capitalinas y Fuerteventura, debido a que esta isla tiene ya más población que La Palma), aunque también está abierta a que se use el llamado método de asignación por restos, con lo cual, una vez elegidos diputados por islas, los escaños de nueva creación se asignarían sumando los votos de las siete islas y en los cocientes no usados en el reparto mediante la Ley D’hont. Eso además supondría no colocar una nueva urna, lo cual sería necesario si hay lista regional.
A su juicio, es bueno que la reforma salga por consenso, y de ahí que NC esté dispuesta a facilitarlo, pero advirtió de que “la unanimidad no es condición absolutamente fundamental”.
Sobre este asunto, el presidente del PP canario, Asier Antona, aseguró, en declaraciones recogidas por Efe, que su partido se toma como “una prioridad” que la reforma electoral esté aprobada antes de los comicios de 2019, pero también anunció que no piensa aceptar que el Congreso introduzca cambios al respecto a través del Estatuto de Autonomía que contradigan lo consensuado en el Parlamento canario.
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