Ante la rapidez con que se suceden los acontecimientos en costas venezolanas, quizás, al publicarse estas “Lineas de Mas”, ya no exista la Venezuela en paz alguna vez conocida, salvo que alguien recupere la cordura dentro del chavismo, forzando al actual mandatario, Nicolás Maduro, a acatar la Constitución Bolivariana aprobada durante el mandato del extinto presidente Hugo Chávez, o dejar el cargo, mas aún tras el ridículo “culebrón”, realizado por un simple sargento.
Tras este “culebrón” con vídeo con escenificación cuasi etarra incluido, y un supuesto ataque a sedes gubernamentales con un helicóptero ¿robado? en un aeródromo militar, cabe concluir que Maduro, arropado solo por un sector del fracturado chavismo y militares afines, intenta reeditar el autogolpe del expresidente uruguayo José María Bordaberry en 1973, justificándose en este episodio para reiterar que enfrenta a sectores rebeldes y civiles, liderados por un sargento en cuyo curriculum solo destaca su pasado de actor y productor cinematográfico, por lo que carece de respaldo de una cúpula militar que, aunque dividida, goza de prebendas que le evitan los mismos sufrimientos del resto de la sociedad y no se parece en nada al innegable golpe de Estado fallido contra Chávez en 2002.
Maduro y su política represiva han provocado una fractura tan aguda, dentro del oficialista PSUV, que inclusive la fiscal del Estado……Ortega, acérrima chavista, ha objetado sus decisiones y las de un sumiso Constitucional, ganándose así su inclusión en la larga lista de perseguidos políticos.
Solo, reitero, la poca cordura -o el interés personal por alcanzar el poder- que conserve algún líder del chavismo, logrará evitar que Venezuela acabe en país irresuelto como Libia, o en un colapso humanitario como Somalia, a ojos vistas del exilio permanente de sus habitantes y la falta de asistencia sanitaria y alimenticia que sufren quienes quedan dentro.
gerardoctkc@gmail.com
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