Pactos

Nunca sabremos qué demonios nos tenía el destino preparado para esa hora que no fue en la noche del sábado al domingo. Jamás viviremos esos sesenta minutos que, al adelantar el reloj, se evaporaron sin ser vividos, convertidos en un montón de nada, en la misma ausencia de tiempo con la que Sánchez e Iglesias se reúnen hoy. Ocurrirá con esa cita, y con abril, lo que pasó con la hora que nos negaron. Y así será -así no será- porque no se han enterado de nada. No han entendido nada. No han comprendido que no puede gestionarse este tiempo con los esquemas del anterior

Nunca sabremos qué demonios nos tenía el destino preparado para esa hora que no fue en la noche del sábado al domingo. Jamás viviremos esos sesenta minutos que, al adelantar el reloj, se evaporaron sin ser vividos, convertidos en un montón de nada, en la misma ausencia de tiempo con la que Sánchez e Iglesias se reúnen hoy. Ocurrirá con esa cita, y con abril, lo que pasó con la hora que nos negaron. Y así será -así no será- porque no se han enterado de nada. No han entendido nada. No han comprendido que no puede gestionarse este tiempo con los esquemas del anterior.

No han caído en que, así convoquen elecciones una, dos o tres veces, no se saldrá de este colapso mientras no acepten que otro es el escenario, otros los actores, luego, otra la cultura de pactos. O digieren que las líneas rojas son material de otro tiempo, y aprenden a pactar superando prejuicios, limitaciones o alergias, o tendrán a España en funciones hasta que la realidad se los imponga. Sánchez e Iglesias bien pudieron celebrar su reunión en la noche del sábado al domingo, a la una. Aquella hora no existió. Tampoco existirá este abril. Adelantemos el reloj treinta días. Pasemos de marzo a mayo sin detenernos en este no-abril. Los partidos deben comprender que los acuerdos de la vieja política no sirven como patrón para los pactos que exige la nueva política. Ha llegado el tiempo en que cualquier pacto puede -y debe- ser posible. Mientras no lo acepten o digieran, y actúen en consecuencia, no habrá forma de salir de este atasco. Quienes parecen no haber entendido nada nos han robado el mes de abril. Estas semanas serán un montón de nada, puro vacío. Mayo empieza hoy.

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