De verdad que lo que ocurre en Coalición Canaria no pasa en ninguna parte. O quizá sí, no sé. Como yo he contado aquí, y también se cuenta en los corrillos de Coalición Canaria -que sigue habiendo corrillos, aunque escasos de personal-, a la señorita Ana Oramas le guardan el puesto de jefa de la Oficina de Canarias en Madrid, por si no sale elegida diputada, escaño al que va a aspirar el 26 J. si no cambian las cosas. Si Coalición Canaria se hubiera olvidado de llevarle la mortadela a una residencia de ancianos el 20D, Oramas no habría salido. Porque obtuvo su escaño por sólo 200 votos que superaron a los conseguidos por el segundo de la lista de Podemos. Hubiese sido una desgracia, pues desde tiempo inmemorial, CC tiene chollito en el Congreso. Si las cosas se tuercen el 26J, y todo parece indicar que se van a torcer, Oramas seguirá en Madrid, en su pisito que ha pagado con su sueldo de años en el Congreso, unos ahorrillos, ganando más de 3.000 euros al mes, con coche, chófer, dietas y viajes. Una poquedad. Al frente de una oficina fantasma que para lo único que sirve es para ponerle el coche a los pájaros del poder cuando van a la capital de España en plan bien. Como la consejera de Hacienda, que el otro día se llevó a una legión de adulones a una entrevista con Montoro, a la que sólo podían entrar dos personas. Y pague usted impuestos. Total, para nada, porque Montoro, en funciones no puede tomar otra decisión que joder todavía más a los contribuyentes. Yo, en vez de a Rosa Dávila prefiero a la rosa mosqueta.
Reserva de plaza
Si Coalición Canaria se hubiera olvidado de llevarle la mortadela a una residencia de ancianos el 20D, Oramas no habría salido. Porque obtuvo su escaño por sólo 200 votos que superaron a los conseguidos por el segundo de la lista de Podemos