Operación Candy

A principios de marzo de 2014, los medios de comunicación daban una noticia sobre un miembro de las Nuevas Generaciones del PP de Tarifa, de nombre Antonio Ortiz Martínez, que expresaba en su Facebook

A principios de marzo de 2014, los medios de comunicación daban una noticia sobre un miembro de las Nuevas Generaciones del PP de Tarifa, de nombre Antonio Ortiz Martínez, que expresaba en su Facebook: “No al aborto, quien se abra de piernas que apechugue”. Casualidades de la vida.

Comenzamos nuestro tema: la Operación Candy, que culminó con la detención de Antonio Ortiz, un depredador sexual de niñas que tenía a la ciudad madrileña en alerta. Este hombre de 42 años y de familia acomodada tenía un hijo de 17 y se dedicaba a la venta de coches de segunda mano. Aparte de eso, gestionaba el alquiler de unos pisos de su propiedad, su tiempo libre lo dedicaba a la galantería y a curtir su cuerpo anabolizado en el gimnasio. Con la testosterona a niveles extremos y la libido disparada, no le bastaba el éxito que tenía con las mujeres adultas que tuvo que ir más allá y comenzar a atacar niñas.

En 1998 fue condenado a siete años de prisión por abusar de una menor, salió y siguió cometiendo delitos. Lo que lo sienta en el banquillo ahora son el rapto y abuso de cinco menores y el intento con tres más. La primera, en noviembre de 2013, de origen latino, que tras hacer con ella lo que quiso la dejo en el distrito de Hortaleza. Siguió el 10 de abril de 2014, primero lo intentó con una, pero falló, la otra sí sucumbió, tenía 9 años y de origen chino; el 22 de agosto, otra de origen dominicano. Así, durante un periodo de un año. Un agresor sexual en serie que narcotizaba a las niñas, bañándolas tras abusar de ellas. Se cuidaba de no dejar huellas. Un buen trabajo policial. ¿Ahora qué?

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