Cabildo y Gobierno canario discrepan en 500.000 euros por La Caldera

Las cuentas no salen. De las cifras que hasta 2010 asignaba al Estado al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, hasta la fecha actual, en la que es el Gobierno de Canarias quien hace el reparto económico, faltarían una media de 500.000 euros anuales.
El Centro de Visitantes de la Caldera, en El Paso. | DA
El Centro de Visitantes de la Caldera, en El Paso. | DA

El Cabildo de La Palma sigue esperando la delegación de competencias del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente de manos del Ejecutivo canario, un proceso que podía haberse realizado desde el año 2014 pero que sigue en estado embrionario después de la suspensión de dos comisiones convocadas al efecto, la última de ellas por falta de quórum.

El presidente de la institución insular, Anselmo Pestana, que confía en que esa tramitación pueda darse por finalizada “lo antes posible”, reconoce abiertamente que “tenemos una discrepancia con el Gobierno de Canarias en cuanto a las cantidades económicas que debemos percibir”.De momento, el Cabildo ya ha comprobado que en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma de Canarias para el próximo año 2017 no figura partida asignada a la institución para la delegación de unas competencias que hasta el año 2010 estuvieron en manos del Estado, de cuya tutela salió para estar bajo la supervisión del Gobierno de Canarias.

Las cuentas no salen. De las cifras que hasta 2010 asignaba al Estado al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, hasta la fecha actual, en la que es el Gobierno de Canarias quien hace el reparto económico, faltarían una media de 500.000 euros anuales. El presidente del Cabildo, de naturaleza conciliadora, cree que el asunto se resolverá de forma conveniente para los intereses del Parque Nacional y su correcta gestión, pero aún habrá de dar la batalla en las reuniones de las comisiones que sustituirán a las aplazadas y en las que tendrá que dar la batalla para lograr la financiación necesaria para un espacio natural que ocupa 4.690 hectáreas del territorio insular y que está en zona de influencia de nueve de los catorce municipios palmeros.

El capítulo VI de Inversión, el más significativo en la gestión del Parque Nacional, ha experimentado una evolución negativa, unos años más tímida, con reducciones de que pasaron de los casi 2,5 millones de euros en el año 2010, a 1,1 millones dos años más tarde. El temor de reducciones más drásticas por parte del Ejecutivo canario cobró vida cuando en 2014, y en medio de cierta incredulidad, la inversión apenas llegó a los 400.000 euros, lo que se corrigió meses más tarde por las insistentes quejas y por una repentina sensibilidad del Ejecutivo autonómico.

La contratación de cuadrillas y conductores para el servicio de prevención y extinción de incendios, la ejecución de proyectos selvícolas, de recuperación de flora y de divulgación medioambiental dirigido a distintos colectivos sociales del territorio palmero, mantenimiento y vigilancia son algunas de los gastos del Parque que deberán mantenerse. En el período comprendido entre 2007 y 2010, cuando la gestión estaba en manos del Estado a través del Ministerio de Medio Ambiente, la mayor parte del presupuesto se invirtió en la construcción y mantenimiento de los equipamientos de uso público del Parque. En esas fechas se realizaron mejoras y en el sendero de El Reventón, el aula de naturaleza-campamento El Riachuelo, los alojamientos para voluntarios o en los centros de visitantes. También se realizó un gasto importante en el programa audiovisual del espacio.

 

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