Casi 4.500 personas desfilaron ayer por las calles del centro de La Laguna para reivindicar la integración social. Así, la XI edición de la Sardina de la Inclusión, con la participación de más de 60 centros escolares y ocupacionales, fue este año todo un éxito, con unas mil personas más que en la cabalgata del pasado año, según datos del Ayuntamiento de La Laguna. Su objetivo es visibilizar el trabajo que realizan diferentes instituciones educativas de ámbito regional con respecto a actividades de inclusión social.
“Estamos contentísimos, los chicos lo pasaron bien”, afirmó Viviana Alonso, del APA del Centro de Educación Especial Inés Fuentes y portavoz de la organización, quien destacó que este año hubo “muchísima más participación” porque había diez centros más que el año pasado y, además “aparecieron otros tres que no estaban apuntados”.
Por su parte, el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, enfatizó durante el acto que “este es el Carnaval de la ciudadanía, de la convivencia, el de la unificación de la sociedad”, a la vez que manifestó también su orgullo por el éxito de la convocatoria, en la que participaron centros de toda la Isla e incluso de Fuerteventura y de Gran Canaria. Mientras, la consejera regional de Educación y Universidades, Soledad Monzón, no se quiso perder este año este acontecimiento y precisó que es “un ejemplo del trabajo por la inclusión, por el que estamos apostando no solo desde el Ejecutivo canario, sino también desde todas las instituciones y organizaciones” .
COLABORACIÓN PARA 2018
En este sentido, Viviana Alonso anunció que el Cabildo y la Consejería regional de Educación se comprometieron a colaborar económicamente con la cabalgata del año que viene, así como a facilitar que acudan más centros.
La consejera regional y el alcalde dieron el pistoletazo de salida al desfile, que arrancó, a las 11.00 horas desde la plaza de La Concepción, con su ya tradicional batucada y que continuó por las calles Obispo Rey Redondo, Viana y finalizó en la plaza del Cristo. Hasta ahora, se procedía aquí a la quema de la sardina, que este año, como novedad, se quiso dejar en el contenedor amarillo de reciclaje para no quemarla y respetar de esta forma el medioambiente. Sin embargo, “quedó tan bonita que la indultamos y se la llevó al final el centro ocupacional de La Victoria”, explicó Alonso.
Mientras, la organización trabaja ya en la edición del próximo año 2018, en la que se quieren hacer algunos cambios, como una batucada mayor, indicó la representante.
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