La chapuza del ‘papel cero’ cuesta otros 800.000 euros a todos los canarios

El catastrófico plan obliga a la Consejería de Justicia a comprar 3.500 pantallas, un año y medio después de renovar los equipos informáticos
Estampa clásica de los juzgados en España. Europa Press
Estampa clásica de los juzgados en España. Europa Press
Estampa clásica de los juzgados en España. Europa Press

La chapuza del plan Justicia Digital: Papel cero, un fracaso tal que su principal consecuencia es, precisamente, un aumento en el gasto de papel en los juzgados de toda España, acaba de costar otros 800.000 euros a todos los canarios. Ello se debe a que la Consejería de Justicia del Gobierno de Canarias se ha visto forzada a adquirir unas 3.500 pantallas de ordenador, dado que las anteriores, adquiridas apenas año y medio antes, no sirven para el sistema de expediente digital implantado por dicho plan. Para colmo, Intersindical Canaria ya ha denunciado a la Consejería que las nuevas pantallas siguen sin entrar en funcionamiento a pesar de que se instalaron a primeros de año, debido a que no se ha formado a los funcionarios y, además, es necesario algún ajuste con el software que hoy se utiliza en la administración de Justicia.

El relato de los hechos es tan sencillo como deprimente, por cuanto la gestión del dinero público no se realiza, como rezaba el Código Civil de 1889, con “la diligencia propia de un buen padre de familia”.

Fue el 14 de enero de 2015 cuando la Consejería de Justicia anunció, en un comunicado titulado Renovación del hardware, el gasto de 2,5 millones en la “renovación de todos los equipos informáticos de la Administración de Justicia en Canarias”. Dicho gasto permitió que, en el primer semestre de 2015, se renovaran los ordenadores de la Justicia en Canarias. Pero en eso llegó la chapuza del papel cero, obra del Ministerio de Justicia a la que no es ajena el Gobierno de Canarias, dado que se adhirió por convenio, a pesar de reconocer en DIARIO DE AVISOS sus entonces dirigentes que era imposible aplicarlo en la fecha prevista (1 de enero de 2016). Tras esa fecha, los sufridos trabajadores comprobaron que si bien los profesionales (abogados, procuradores…) enviaban ahora la documentación por vía telemática, luego tenían que imprimirla para poder trabajar con ella en los juzgados, dado que las pantallas recién compradas no se desdoblan. De ahí la necesidad de comprar otras 3.500 pantallas nuevas, que costaron 794.550 euros. Curiosamente, tal adquisición figura en el anexo al discurso del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, en el debate sobre el estado de la nacionalidad, en el que, por cierto, no se pronunció la palabra justicia.

El mejor resumen de esta chapuza es una ocurrencia que triunfa desde hace meses en los pasillos del Palacio de Justicia: ¿Cero? Es una marca de papel.

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