Parálisis por análisis

A la hora de desarrollar una tarea, ¿tienes la sensación de que, por más que la revises, el resultado nunca te queda bien?

A la hora de desarrollar una tarea, ¿tienes la sensación de que, por más que la revises, el resultado nunca te queda bien? ¿Te produce angustia pensar que alguien encontrará fallos en eso que has hecho? ¿Compruebas una y otra vez, y desde el principio, lo que has hecho, y eso retrasa el momentode terminarlo del todo? Sufres parálisis por análisis, una pista que indica que tu perfeccionismo puede estarjugándote una mala pasada.

Responde a estas preguntas:

“Perfecto” es un estándar que te estás autoimponiendo en esa tarea pero, ¿qué significa esa palabra para ti exactamente? ¿Qué sobra o qué falta para que esté “perfecto”? ¿Para qué quieres que sea “perfecto”? ¿Qué sucede si no lo es?

En ese deseo de perfección obsesiva se esconde una autoestima baja o un guion de vida en el que se te inculcó desde la infancia la creencia de que algo no sirve si no está del todo “perfecto”. Pero ¿perfecto según san quién?

Cuando me encuentro con clientes que acuden a mis procesos de coaching con esta idea les desafío planteándoles que lo imperfecto es la no acción, el permanecer en la parálisis persiguiendo un estado de perfección que en la mayor parte de las ocasiones es inalcanzable, dado que siempre se le podrá buscar fallos no previstos al resultado que se obtenga, sea cual sea. La persona perfeccionista sufre y hace sufrir porque es inflexible, gestiona mal la crítica de los demás y experimenta una culpabilidad irracional por detalles que para otros son insignificantes.

He observado resultados positivos cuando la persona perfeccionista comienza a hacerse preguntas para relativizar el resultado como pueden ser “vale, no está absolutamente perfecto, ¿y qué?”, se ponen límites de revisión o cambian el diálogo interno incorporando frases como “está bien y no necesito que esté perfecto”.

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