La adolescencia socialista

Los adolescentes (y los militantes socialistas canarios) están sumergidos en una crisis de identidad consigo mismos y con el entorno. La adolescencia (y la militancia socialista) conlleva problemas para encontrarse o adoptar nuevas formas de pensar y sentir, dificultades que crecen especialmente cuando unos u otros exploran el mundo que les rodea o cuando intentan definir el papel que quieren jugar en la sociedad. Los adolescentes (y los militantes) buscan su lugar, su identidad, y en lo que la encuentran despiertan en una montaña rusa que los tiene de la tristeza a la efervescencia, la ilusión, el entusiasmo y otra vez de regreso a la tristeza. La adolescencia de los militantes del PSOE canario es, de largo, la más difícil de gestionar. La niñez fue más sencilla. Sota, Felipe, Caballo, Zapatero y Rey. Ahora no. La adolescencia es otra cosa. No saben a qué atenerse, quién es quién o con quién. Estos últimos años los militantes han asistido a una indescifrable ceremonia de confusiones en la que los oficialistas de aquí eran los críticos de allá, a veces viceversa o lo contrario. Y ahora, a pocos días de votar en las primarias, se están enterando de que el candidato bendecido por Pedro Sánchez es el deseado de Coalición, la apuesta de CC, el candidato que permitiría a Clavijo tener un plan B en la Cámara regional caso de que el PP se les amotine. ¿A CC le da igual quién gane esas primarias? Parecido no es lo mismo, de ahí que Coalición tenga en Ángel Víctor Torres al candidato que les permitiría contar con respiración asistida en la Cámara regional y ámbitos de decisión adyacentes. Quienes en ese partido exigieron acalorada, interna y públicamente que el PSOE rompiera con Coalición son los únicos que ahora están tendiendo la mano a CC; a la vista está, la adolescencia de los militantes socialistas de las Islas es una edad en la que resulta tremendamente difícil encontrarse.