El cacao mental del tal Sánchez

El tal Sánchez, secretario general del PSOE, se ha hecho un lío con la nación de naciones y con que España tiene tres naciones dentro del Estado (Cataluña, País Vasco y Galicia), elevada la cifra a cuatro (Andalucía), tras la protesta de su enemiga Susana Díaz. Lo peor para un político es alcanzar la categoría de analfabeto funcional y este Sánchez la toca con las yemas de los dedos. Yo creo que es todavía más tonto que Zapatero y que el PSOE no ha tenido suerte con la elección de este personaje para dirigirlo. Y no crean en las encuestas, porque en este país nunca aciertan. Hasta en eso somos originales. Ya se le ha ido al personaje, aunque sólo un poco, la obsesión contra Rajoy y ya no saca tanto a su mujer, Begoña Gómez, a la palestra, gracias a Dios, pero sigue el hombre con titubeos raros y con declaraciones extrañas, con su lío de la nación de naciones y con sus postulados cambiantes, según le dé. Parece que ahora apoya a Rajoy en lo de Cataluña, pero lo menos que debería hacer el gallego es fiarse de este personaje inconsistente, un hermano lego de la política al que, aunque le hayan recomendado silencio, de vez en vez le entra una irrefrenable incontinencia verbal que asusta. Yo no lo veo, la verdad, en La Moncloa, porque el ciudadano español -en general- no es tonto, aunque lo parezca. Así que la cosa no me preocupa, de momento, porque el PSOE manda menos que yo en mi casa, o sea que no manda nada. Pero el tal Sánchez me tiene estupefacto con sus teorías y con sus -escasas-y tremendamente raras propuestas para gobernar este país y para reconocer sus bonitas regiones. ¿O son naciones? Ay.